Granada, Nicaragua
Sábado 24 Agosto 2014
Augusto Cermeño

Mirando Castillo, dijo que tal situación “va disminuir la posibilidad del juego sucio procesal, del fraude procesal escrituritario. Eso es lo más importante”.
Consideró que el derecho civil, nos viene de Roma y que antes de especializarse en diversas ramas (penal, administrativo, internacional público) fue derecho común, que se llamó en Roma, el tronco común, civil y después se especializó.

Informó que “en el Tribunal actualmente estamos resolviendo, comparado con el año anterior, que resolvimos 205 casos en el 2012. Ahora estamos resolviendo 4 sentencias por semana. Eso es bastante acelerado”.
El pero en esto, según el magistrado, es que “siempre tenemos el drama de que el índice mayor, es el índice de egresos. Es decir, resolvemos 4 casos pero entran 6, entran 7. Tenemos un coeficiente deficitario”.
Eso significa “una fatalidad de carga pendiente enorme. La oralidad en lo civil nos vendría a descongestionar enormemente esa carga”. Sobre el principio de gratuidad de la justicia que no aparece en anteproyecto, el doctor Miranda cree que “siempre que hay un movimiento nuevo, siempre hay una reacción de neofobia”.
Igual situación se da cuando surge “el Código Procesal Penal-CPP-, cuando el doctor Sergio Cuaresma, dijo que se estaba macdonalizando, porque la oralidad era sajona. La oralidad fue romana, antes, que curioso, después fue escrituritaria, con la Revolución francesa, los latinos nos quedamos con la escrituridad y los sajones siguieron la tradición de Roma. Estamos volviendo a Roma, en esto”.
Dijo que “el derecho civil, por antonomasia es el derecho patrimonialista. Esto no cambia nada, o esta cambiando la esencia del derecho civil, lo que esta cambiando el procedimiento. Incluso, a contrapelo de lo que se dice, incluso se prevé a defensores públicos, cuando no puedan las personas asumir su propia defensa, la defensoría pública se ampliaría en lo civil, para evitar la indefensión”.
Concluye que el derecho civil son cuatro cosas: bienes, personas, propiedad y obligaciones. “No vamos a cambiar eso, lo que estamos cambiando es los procedimientos. En estos casos siempre hay personas que quieren la continuación del status quo, la escrituridad…”.
La misma situación surgió en el 2002 “cuando irrumpió el CPP. Hubo augureros de la muerte que decían que esto iba a ser la hecatombe, que no iba a servir, que esto iba a ser una anarquía y a ves…”.
Como ejemplo menciona la Ley de Enjuiciamiento Civil de España, del 2001. “En el 2003, dos años después, hubo 100 reformas a la Ley de Enjuiciamiento Civil, que es el equivalente de lo que estamos haciendo”, comenta Miranda.
En conclusión “hubo 100 errores que se detectaron en dos años. Pues tenemos que correr el riesgo, esa es parte de la vida. No podemos prever todas las hipótesis, en la práctica, la cotidianidad, ya iremos colmando las deficiencias, las lagunas que se van dando, pero no por eso vamos a quedarnos agazapados y no hace el cambio”.