Carta de ex trabajadora municipal al alcalde de Granada

Granada, 18 de diciembre 2010

 

Ing. Eulogio Mejía

Alcalde de Granada

Su despacho

 

Señor alcalde:

Hace un año usted me despidió sin ninguna causa, recuerdo que después que me mandó una invitación a través de una circular para asistir a la fiesta de despedida de todo el personal en el hotel Granada a los 10 minutos recibí memorando en el que me despidió, aquel 18 de diciembre 2009, a las 8:30 am.

 

A través de la presente le recuerdo don
Eulogio, que en junio 2010 gané el juicio laboral y llevo 6 meses esperando que su corazón se ablande para que al igual que todos los compañeros que despidió ilegalmente nos de respuesta a la resolución judicial a nuestro favor.

 

En todo este tiempo le he escuchado al expresar en algunos medios radiales que está anuente a resolver este problema pero no le miro disposición para atendernos de una vez por todas y terminar con este problema que tiene que ser resuelto. Usted sabe que la ley es clara y como autoridad máxima del municipio debe de actuar conforme y no dejar incertidumbre entre la población y los trabajadores municipales.

 

Deseo en esta ocasión de navidad, de paz y esperanzas para todos y todas las granadinas en especial para usted Señor alcalde que seguirá gobernando dos años más expresarle que llevamos 185 días en protesta pacífica día y noche por sus caprichos, sabemos que no le gusta ver esa champa que no tiene buena imagen para nuestro turismo, ni nosotros hubiésemos deseado estar ahí pero es parte del plan de lucha de un grupo de trabajadores que seguimos reclamando justicia hasta que se resuelva nuestra situación laboral.

 

Con el ánimo de adquirir más paciencia para soportar la crisis económica le deseo una bonita navidad al lado de los suyos y que tenga un momentito de reflexión por la deuda que tiene con nosotros porque al igual que usted y los miembros del Consejo Municipal somos seres humanos que merecemos atención, respeto, amor y trabajo.

 

Si viaja al exterior le deseo le vaya bien y que disfrute, pero piense en nosotros que le seguimos esperando con dignidad y valentía.

 

Que Dios lo ilumine señor alcalde y nos bendiga a todos, me despido con la fortaleza y confianza en el redentor.