Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

El 13 de Julio del 2000 (15 años después de ser ordenado) fue consagrado Obispo Auxiliar de Managua. En mayo recibió la noticia del Papa Juan Pablo II, lo que le tomo por sorpresa. Jamás pensó que se le nombraría en ese cargo, ya que el Cardenal Obando tenía a otros colaboradores más cercanos a él.
Solórzano cumplió 49 años el 23 de marzo. Nacido en el año de 1961. Es el treceavo hijo de los 15 que trajo al mundo el matrimonio de don Salvador Solórzano y doña Josefa Pérez de Solórzano. Ya cumplió 25 años de vida sacerdotal, el 29 de marzo 2010.
En menos de 10 años le ha tocado vivir tres obispados: Primero como Obispo Auxiliar de Managua, el 13 de Julio del 2000; luego Obispo de Matagalpa, el 15 de octubre 2005, nombrado por el Papa Benedicto XVI, quien lo nombra, el 11 de marzo 2010, Obispo de Granada.
Monseñor Solórzano es el más joven de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. Comenzó su misión pastoral a los 24 años cuando fue nombrado párroco (1985 a 1989) de la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en Mateare, y de la parroquia María Inmaculada, de Managua.
De 1989 a 1992, realizó estudios de Liturgia en el Pontificio Ateneo de San Anselmo, Roma. Fue catedrático de Liturgia en la Universidad Católica Redentoris Mater, en el Seminario Interdiocesano de Nuestra Señora de Fátima y en el Seminario Arquidiocesano de la Purísima. Fue, de 1992 al 2005, Párroco de la Iglesia del Espíritu Santo.
Monseñor Solórzano se opuso a la Teología de la Liberación que se propagó y cobró fuerza en los años 80
Se caracteriza a Solórzano como un hombre humilde, prudente, pocas veces se enoja, introvertido; pero con un gran sentido del humor, lo que muchas veces lleva a sorprender a sus colegas de la Conferencia Episcopal, sacerdotes y grupos laicos.
Eso sí, toma muy en serio su trabajo pastoral y se entrega al 100%. Solórzano es del criterio que la labor de la Iglesia se debe tomar en serio y vivirla “como cristo lo hubiese hecho en estos tiempos modernos”.
En Matagalpa realizó más de mil 600 misiones en comunidades rurales, viajando a pie, en mula y vehículo, defendiendo la fe católica junto al campesino.
Además, Solórzano construyó parroquias, capillas, restauró la Catedral de San Pedro, en Matagalpa, la Curia Episcopal de ese Departamento, el Colegio San Luís, el Seminario Diocesano, el Centro de Formación Cristiana La Cartuja, Radio Hermanos y llegó a ser nombrado Obispo de Matagalpa.
Sus logros en Matagalpa son cuantiosos y valiosos para la propagación de la fe católica: Pasó de 14 sacerdotes a 37 y de 12 seminaristas a 45 y en los próximos meses iniciaría un diplomado sobre teología entre los campesinos de esa región norteña.
Solórzano vino a Granada a instalarse, con la presencia de la Conferencia Episcopal de Nicaragua en pleno y los obispos eméritos de Granada, así como el cardenal Miguel Obando y Bravo.
Durante la misa solemne concelebrada por los obispos de Nicaragua, estuvieron presentes Monseñor Bernardo Hombach y Leovigildo López Vitoria, obispos eméritos de Granada; Bosco Vivas, Obispo de León; Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua; Juan Abelardo Mata, Obispo de Estelí y Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua.
Además: Monseñor Pablo Smit, Obispo de Bluefield; Monseñor David Albin Sywick, Obispo Auxiliar de Bluefield y el Nuncio Apostólico de Nicaragua Henryk Joseph Wowacki.