Granada, Nicaragua
Sábado 13 Julio 2013
Augusto Cermeño
Los artesanos que están en la banda oeste del Parque Central Colón, frente al Hotel Alambra, rechazan los alambres de púas que los jardineros del mencionado parque han colocado sobre los muros para evitar que las personas se sienten y dañen las plantas.
Matilde Auxiliadora Mojíca, supervisora del Parque Central, mostró a LAVERDAD pedazos de alambres de púas que “algunas personas que venden artesanías las están cortando”. Dijo que algunas familias llevan a los niños y niñas al lugar, dejando que estos destruyan las plantitas que se están sembrando para embellecer el lugar.
Señaló a “los ciudadanos que llegan a vender, en vez de cuidar y proteger, están llegando a desbaratar. No sabemos cómo vamos hacer para ver una ciudad limpia y bonita, que es lo que atrae al turismo”.
Los vendedores cortan los alambres para sentarse cómodamente a realizar sus artesanías, sobre algo que se hizo para proteger a los árboles y las plantas. Mojíca considera que se les debe prohibir entrar al parque donde llegan a destruir.
“Es un peligro para los niños”
El vendedor de bisuterías Julio Morales, comentó a LAVERDAD que el alambre de púas “es un peligro para los niños”. En tanto, Mario medina, dijo que se debería otras obras y que se ponga un alambre que no sea de púas.
Logramos percibir que estos vendedores de bisuterías y artesanías, están interesados en quitar los alambres de púas, no por los niños, sino para sentarse ellos a realizar sus trabajos.
El propósito de los muritos es proteger los viejos árboles y las plantas que se están sembrando, pero les cae “como anillo al dedo” a estos artesanos, que en la mayoría de los casos andan sin camisa, sin bañarse, dando una mala imagen a la niñez granadina y al turista.
En tanto, Pedro Pablo Ortiz Flores, lava carros del parque, hablo de lo peligroso de los alambres de púas, porque “si se cae una criatura, se rompe la vida”.
Dijo que esos alambre los mando poner el licenciado Juan Pasos, propietario del Hotel Alambra. También se refirió a los “ojos de gato” que están en la vía, para el control vehicular, diciendo que “algunos turistas se han escapado de caer al tropezar con esas puyas amarillas”.
Además dijo que los alambres de púas resultan peligrosos porque “si yo quiero joder a alguien, arranco un tuco de esto y te saco la sangre. No ando buscando botella, escondido te jodo con estos alambres”, manifestó Pedro Pablo.