Granada, Nicaragua
Por: Iván Rivera Hernández
El señor Alcalde de Granada, Eulogio Mejía Marenco, es caracterizado por pobladores y transportistas como un dictador que tiene sus días contados.El señor Alcalde, en su afán de sesionar lejos de los granadinos “molestos” que protestan por sus abusos y malos manejos, se fue a San Pedro, Malacatoya, a donde fue seguido por más de 300 personas, entre transportistas y pobladores de los barrios de Granada.
El edil, acompañado de sus concejales fieles (Margarita Molina, Félix Vega, Karla Canales, Wilmer Reyes y Otto Navas Gutiérrez) cruzó el río de El Paso, usando la barca municipal, pero, presuntamente, ordenó cortar los cables de la barca para que no pasaran los molestos pobladores y transportistas que querían tener participación en la sesión.
Esto deja claro que el edil no quiere que nadie se entere de las decisiones que él y sus concejales fieles adoptan, que en algunos casos causan perjuicios a sectores sociales de la población granadina, como es el caso de los transportistas.Los concejales de la bancada sandinista Emilio Mena, Flor de María Rivera y Arianné Maldonado no pudieron pasar al otro lado del río, para dirigirse a San Pedro, a participar en la sesión, debido a la orden que presuntamente dio el alcalde, de mandar a cortar cables de la barca.
Según la concejal Flor de María Rivera, los que cortaron los cables de la barca y lanzaban piedras a los pobladores y transportistas, eran trabajadores de las arroceras de la familia del Alcalde, los que mostraban machetes y lanzaban piedras con huleras.
La concejal Rivera valoró que la actuación del edil viola las leyes, el derecho de las personas a la libre movilización, expuso a las personas al peligro de ser masacradas a machetazos por peones de hacienda que el edil, presuntamente, mandó a traer para atacar a los pobladores, que se transportaban en 3 buses, 2 camiones y 3 camionetas.
Además, el edil Eulogio Mejía incurrió en abuso de autoridad, en daños a la propiedad municipal y faltó el respeto a la autoridad municipal representada por los concejales Flor de María Rivera, Arianne Maldonado y Emilio Mena.El transportista selectivo Leonel Treminio dijo que le daba solo dos meses a Eulogio Mejía como Alcalde de Granada. Treminio consideró que “el acto realizado en El Paso es la gota que derramó el vaso”.
¿Policía se presta al juego de Alcalde?
La concejal Flor de María Rivera, comentó que la Policía Nacional, vio los abusos y daños que presuntamente ordenó el Alcalde y no hizo nada para detener a los destructores de la propiedad municipal. Igualmente no hizo nada cuando lanzaban piedras y amenazaban con machetes a los pobladores y transportistas.
La concejal Rivera consideró que “la policía se estaba prestando al juego” del Alcalde. La gente de El Paso, aparentemente amigos del Eulogio Mejía, por su relación con las arroceras de los Mejía Marenco, rechazaron la presencia de los pobladores y transportistas.
Los transportistas les pidieron colaboración con botes pangas para cruzar el río y tuvieron por respuesta un NO, diciéndoles que eran unos vagos y se fueran a trabajar.
Pobladores y transportistas pidieron la cabeza del Alcalde y de Otto Navas
Los transportistas y pobladores, muy molestos por la agresión y abusos del Alcalde y sus concejales fieles, pedían a gritos la renuncia de Eulogio Mejía y Otto Navas Gutiérrez, secretario del Alcalde y principal sostén de la actual situación de ingobernabilidad del municipio.Los transportistas y pobladores gritaban consignas en las que relacionan al Alcalde Mejía como “un títere de Otto Navas”, pidiendo la renuncia de ambos. Los pobladores manifestaron que si el Alcalde y Otto no se van por su cuenta, ellos los sacarían por la fuerza.
Los pobladores y transportistas llegaron al cruce del río a eso de las 9 de la mañana y se marcharon del lugar, bien furiosos, como a eso de las 12:20 del mediodía.
