Departamentales
Granada, Nicaragua
Más de 100 hombres y mujeres formados en una poderosa columna guerrillera, se atrevieron a tocar el cielo con sus propias manos, al extender a lucha guerrillera a las inexpugnables montañas de Nueva Guinea, un sitio plagado de somocistas, orejas y soplones, que llevaron el informe a la Guardia Nacional sobre la presencia de fuerzas insurgentes.
La presencia guerrillera sandinista en la zona era realmente inesperada, tanto por las condiciones adversas a la guerrilla en un lugar donde el enemigo estaba encada recodo, en cada vuelta de camino. Pero los hombres y mujeres que se aventuraron en esas agrestes montañas, no solo llevaban la misión de distraer al enemigo, ampliar la zona de influencia sandinista sino hacer un tributo al General Sandino, rendirle honores “donde la papa quema”.
El general Sandino nació en Niquinohomo, Masaya, un18 de mayo de 1895, y los guerrilleros dieron muestras de gran respeto al general Sandino, con hecho y no con palabras, saludado el día de su nacimiento con una acción importante, tendiente a crear las condiciones para la derrota de la dictadura liberal somocista.
Estos héroes de carne y hueso, al menos más de una docena de ellos, lograron sobrevivir, después de que el dictador echo sobre los guerrilleros la aviación y a su ejército élite, la sanguinaria Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI), autores de grandes masacres del pueblo en los barrios de Managua y en diferentes partes de Nicaragua.
Uno de esos héroes de carne y hueso es Humberto Salazar López, “Choncito”, quien, como dos los años, viene a conversar con LAVERDAD y LAS NOTICIAS, sobre esa heroica gesta, trayendo al recuerdo las diferentes manifestaciones de heroísmo de la guerrilla sandinista, gracias a la cual está en el poder el comandante Daniel Ortega Saavedra.
Un gran logro
Para Salazar López, la acción “fue un gran logro, para todos los que salimos de la base 20 del Frente Sur Benjamín Zeledón. El cuatro de mayo entramos a la zona, la base 20, con tres mujeres en el grupo (Martha Conrado, la Verónica, de Ocotal, y la panameña, la Zochil, todavía vive en el Canadá)”.
La columna Jacinto Hernández, integrada por 157 guerrilleros, “comandados por el comandante Oscar Benavides, Iván Montenegro y Rodolfo García. El cinco de mayo, la columna fue detectada la guardia. Yo me le insubordine al comandante Oscar Benavides, con mi grupo, y le hicimos más de 100 bajas a la guardia, que era jefeada por el mayor GN Montenegro, de la EEBI, y un coronel coreano, un mercenario…”.
El lugar de los combates, según Salazar Lopez, fue en “El Chacalín”, un cinco de mayo, hace 38 años”. Revela Concito, que los detectaron por culpa “de un escolta del comandante Oscar Benavides, conocido como “Chico Garand”, quien fue a “quemarnos el pelo” ante el coronel Pavón, en Nueva Guinea”.
Además, el “chivato” “se robó 39 mil pesos, que eran los reales para el apoyo logístico de nosotros, los que veníamos en la columna. Se llevó el mapa de las operaciones. Gracias a Dios combatimos ahí, el primer combate, en el El Verdum, Los Ángeles, Santa Rosa, Nuevo León, Naciones Unidas,”La Chancha”, El Torobayo, donde combatimos…”.
Hablando de los caídos, dijo “de Ocotal cayeron: a Verónica, Eva María Túnez, la Martha Conrado, de Jinotepe y a panameña sobrevivió”.
Movido por los ideales de Sandino
Humberto Salazar López, dijo que fueron “los ideales sandinistas que nos lanzamos a la guerrilla. Toda mi familia es sandinista, corre a sangre roja y negra. Estuvimos en el Frente Norte Carlos Fonseca Amador”.
Choncito dijo guardar en su recuerdos, en su corazón “a los compañeros de Nueva Guinea, por ellos hicimos la democracia. Si no es por esa gesta heroica, tuviéramos en guerra todavía. El quitamos puntos estratégicos, en el Frente Sur, al comandante Bravo. También en Masaya, León, Estelí…”.
El ex guerrillero sandinista valora que cuando la guardia quiso recuperar posiciones en Rivas, Masaya, León, el Frente Sur, ya era demasiado tarde, el Frente tenía tomados esos lugares”.