* Al danés le aplicaron la 779, según denunciante
* Con 31 meses cancelados, de 60 cuotas, la querían desalojar del inmueble
*“Por razones humanitarias”, Peder Kolind permite a la médico González vivir en inmueble número 3
* Zaira dice que su poderdante Peder Kolind, aceptó que la doctora González ocupara casa número 3 “como acto de mera tolerancia” y por “razones humanitarias”
Departamental
Granada, Nicaragua
Sábado 10 Enero 2015
Augusto Cermeño
La doctora María de la Concepción González, dice en denuncia contra el danés Peder Kollin, propietario de la urbanización denominada Villa Sonya, zona suburbana del noroeste de Granada, que éste “dio orden a su empleada, María Lidia Bustamante Busto, de que me suprimieran. Dijo que su jefe le dio orden de no recibir pago de servicio, por lo que se me mantiene sin servicios básicos. Peder Kollin quiere desalojarme, porque quiere quedarse con el inmueble para venderlo”.

Agrega que “sacaron mis cosas, el 28 de enero del 2013, se me metieron a la casa, sacaron todas mis cosas, usurparon mis bienes, vaciaron la casa y cambiaron la cerradura. Su misma empleada dijo que la orden era de Peder Kollin”.
Se fue a Auxilio Judicial, en la policía, donde le “corroboran el hecho y sin embargo lo pasan a la Fiscalía. La Fiscalía pasa 8 días sin dar respuesta. A los ocho días da respuesta la doctora Vanessa Cordero Espinoza”.
Al danés le aplicaron la 779
Da una respuesta de que se restituya el domicilio a la doctora María de la Concepción González Navarro. La orden se acata. Aplicaron el artículo de la Ley 779, el 7 de febrero del 2013.
La policía se avoca y procede a ejecutar la resolución de la Fiscalía. A partir de ese momento, en abril del 2013, se le ofrece a Peder Kollin, la cancelación total del inmueble, la cancelación de tres meses de servicio, que, presuntamente, se negaba a recibir su empleada (Lidia Bustamante Bustos) y “él decide pasarlo con su abogada Zaira Guadamuz Colindres”.
En vista de que Zaira, en ocasión anterior, se había ido hablar sobre la cancelación del inmueble, con la consecuente extensión de la escritura, “ella (la doctora Zaira), apoderada de Peder Kollin, se negó, y de una forma insultativa, me dijo que me fuera de su oficina, porque aunque Peder Kollin era el dueño, ella era la que decidía, si recibía el pago o no. Y que él le decía que no, que quería que yo dejara el domicilio”.
Con 31 meses cancelados, de 60 cuotas, la querían desalojar del inmueble
“Quiero aclarar que a esas alturas, ya estaban cancelados 31 meses, que equivalen a 31 cuotas de la compra. La cancelación total son 60 cuotas. Entonces, viendo la prepotencia de esta abogada que se dice apoderada de Peder Kollin, decidí volver hablar con él, y fue cuando mi hermano, que es abogado (doctor Ramón González), fue personalmente hablar con Peder Kollin, de una forma pacífica y amistosa y no en calidad de abogado, para ofertarle, otra vez, la cancelación del inmueble”, manifestó la doctora González.
Agrega que “la condición era que Peder extendiera la escritura de compra venta del inmueble. Peder le responde que iba hablar con su abogada (Zaira), pero la respuesta fue que su abogada le había aconsejado no hablar nada conmigo y que no estaba dando ninguna escritura y que si la daba era cuando él decidiera darla, no cuando yo (doctora González) decidiera darla, sino cuando a él, Peder se le ocurra”.
A partir de ese momento “pasó todo el 2013 y parte del 2014, llegándome una notificación del juzgado el primero de octubre del 2013, donde se me hace del conocimiento, un escrito introducido en el juzgado, por Zaira Guadamuz, bajo la modalidad de pedir un desalojo, por referir que yo tengo un comodato precario y ella pide al juzgado un Desahucio en mi contra, por la acción de comodato precario”.
En el escrito, “ella, cae en una serie de falsedades, donde dice que yo tenía un domicilio, que era la casa 38, que no la pude seguir pagando y yo pude demonstrar que cuando estuve en esa casa, tengo todos mis recibos pagados: seis meses, 52.50 dólares por mes”.
“Por razones humanitarias”, Peder Kolind permiten vivir en inmueble número 3
Dice en el escrito “que su poderdante, Peder Kollin, por razones humanitarias, me permitió vivir en el inmueble número 3, en calidad de Comodataria, y que luego, cuando ya se venció el tiempo que él tan “buenamente dio”, me pidió el inmueble de una forma pacífica y amable y que me negué rotundamente a dejarle el inmueble, hasta la fecha, primero del 2014”.
“Para nada, nunca ese hombre ha llegado hablar conmigo de forma amable y pacífica. Eso es falso de toda falsedad y esta señora (Zaira) como abogada, cae en perjurio, siendo que es una abogada y asevera cosas tan mentirosas, falsas”, relata la doctora González Navarro.
Indica que: “siendo que todo lo relatado anteriormente, que yo he sido la que he tratado de llegar a un arreglo para cancelar el inmueble y superar este drama. El, Peder, ha sido quien se ha negado a recibir la cancelación del inmueble y llegar a un acuerdo final”.
La doctora González dijo sentirse “ofendida e insultada por esta abogada, Zaira, quien dice que soy “de oficio desconocido”, cuando aquí muchísima gente sabe que soy una profesional de la medicina y que tengo una especialidad en rehabilitación y para eso muestro mis respectivos documentos legales de la Universidad Nacional Autonoma de Puebla, México, mi registro sanitario médico, del MINSA, y, además, adjunto una fotocopia de una constancia laboral extendida por recursos humanos del SILAIS Granada”.
“Si quiere, la doctora Zaira, más documentos que me respaldan como profesional, se los puedo mostrar”, concluye la profesional de la medicina. Ella, sigue en el inmueble, pero está bajo una fuerte presión, pendiendo sobre ella amenazas de desalojo. Y para colmo, ahora, junto al resto de habitantes de esa colonia les suspendieron el transporte, por lo que muchos deben caminar no menos de 4 kilómetros para llegar a sus casas. Son más de 100 casas y muchos no tienen vehículo.
Según la doctora González, el servicio de transporte que daban en Villa Sonya, fue suspendido, “por orden del señor Peder Kollin, el 30 de diciembre 2014”.
Zaira dice que su poderdante Peder Kolind, aceptó que la doctora González ocupara casa número 3 “como acto de mera tolerancia” y por “razones humanitarias”
La doctora Zaira Alicia Guadamuz Colindres, dice en un escrito introducido ante el Juzgado de Distrito Civil de Granada, el 20 de agosto del 2014, que a la doctora Cony González Navarro “por razones humanitarias, se le permitió vivir en el inmueble número 3… en calidad de comodataria”.
También expresa la abogada Guadamuz, que en septiembre del año 2012, “mi poderdante señor Peder Kollin dueño de la propiedad descrita… aceptó como acto de mera tolerancia (comodato precario) que el inmueble consistente en casa de habitación número 3 fuera usada por la señora MARÍA DE LA CONCEPCIÓN GONZÁLEZ NAVARRO, quien pudo seguir pagando la casa de habitación número 38 de dicha urbanización sobre la cual había suscrito contrato de promesa de venta, el cual violentó”.
Un danés “muy amable y pacífico”
Agrega la abogada, que la doctora González, “desde el año 2013… se ha negado a entregar dicho inmueble (Número tres) al señor Peder Kolind, a pesar de que éste se lo ha pedido de forma amable y pacífica, haciendo caso omiso, la señora MARÍA DE LA CONCEPCIÓN GONZALEZ NAVARRO a dichas peticiones, pese a que tiene dos años de vivir de gratis, sin pagar siquiera sus servicios básicos, como lo hacen el resto de habitantes…”.
Expresa Guadamuz, que a la doctora González en “múltiples veces se le ha explicado que de conformidad al artículo 3446 C es facultad del Comodante Precario pedir la restitución de la casa cuando lo creyere conveniente”.
Por tal razón, dice la abogada, es que “de conformidad con los hechos detallados, que vengo ante su autoridad a demandar por la Vía Especial de Desahucio con Acción de Cesación de Comodato Precario y que se notifique a la señora MARÍA DE LA CONCEPCIÓN GONZÁLEZ NAVARRO, mayor de edad, soltera, de oficio desconocido, de este domicilio, quien se identifica con cédula de identidad número 001-071255-0057V, a fin de que restituya el inmueble propiedad de mi mandante…”.
La doctora Guadamuz alega que la doctora González “se ha negado durante todo este tiempo a entregar –el inmueble- y ya no es voluntad de mi mandante seguir con la relación de Comodato Precario con la demandada”.