Departamental
Granada, Nicaragua
Sábado 13 Diciembre 2014
Augusto Cermeño
Estaba platicando con don Dionisio “Nicho” Cuadra Kautz, en la entrada de su residencia, en calle Atravesada, cuando vimos pasar un coche muy bonito, con caballos bien gorditos, pero eran despiadadamente azotados por el cochero.
Los riendazos que le daba con el chilillo de coche, resonaban en la calle, de modo que tanto Nicho como quien redacta estas líneas, de inmediato volteamos la vista hacia la dolorosa escena que era salpicada por el repiqueteo de los cascos cazados de los hermosos caballos.
Clac, clac, clac; fla, fla, fla: era la desagradable música de horror que casi hace estallar nuestros oídos y nos deja una angustia terrible por ese castigo innecesario al animal.
Nicho sugiere “que la policía o los vigilantes de la Alcaldía observen el comportamiento de los aurigas, con respecto a los caballos. Con la mayor tranquilidad del mundo agarran el chilillo y juacata, los apalean”.
Nicho cree “que es conveniente que los aurigas se uniformen, pantalón azul, camisa blanca y gorra azul, es primordial. Y que los taxis no se paren en donde ellos les guste pararse. Ellos tienen la obligación de obedecer las leyes de tránsito”.
Atención motociclistas: ¡cuidado con los niños!
Nicho Cuadra Kautz llama a los adultos que llevan niños en las motos, a que tengan cuidado de llevar niños (adelante o atrás) con o sin casco. “Estoy seguro que ellos van hacer caso porque en un accidente se va el papá, la mamá y el hijo y muchas veces el papá con el hijo”, advierte Cuadra Kautz.
Dijo que ha observado que “chavalitos de un año, dos años, y vos los has visto. Es una observación nada más, sin ánimos de entablar ningún debate, ni nada. Estoy seguro que el turismo se va ver más complacido”, valora Nicho.
Le parece que cocheros uniformados, limpios, usando las insignias de la ciudad de Granada, “se van a ver muy elegantes. Además, que tengan cuidado con el turista, que observa mucho, si castigan o no castigan a los caballos”.
“Ellos vienen de países mucho más civilizados que nosotros y saben bien del grave error que es castigar a los caballos. Son observaciones tontas pero creo que son conveniente darlas”, expresa el ilustre ingeniero Cuadra Kautz.