Departamental
Granada, Nicaragua
Sábado 16 Agosto 2014
Augusto Cermeño
Los familiares del motociclista Armando Gutiérrez Morales, de 50 años de edad, fallecido en accidente de tránsito cuando circulaba sobre la vía principal de la gasolinera UNO hacia Pancasan, dicen que actuaran por la irresponsabilidad de dejar un cerro de desperdicios de asfalto en medio de la vía y cubierto con un plástico negro.
En estas circunstancias fue que se accidentó Gutiérrez Morales el día jueves 31 de julio (2014), cuando se dirigía a su casa, a donde no pudo llegar jamás, ya que en el camino se montó, de pronto, en un cerrito de desperdicios de asfalto, tapados con plástico negro, en una noche oscura.
Eran las diez y media de la noche, cuando ocurrió tan doloroso suceso, según nos relató Guillermo Sandino, cuñado del ahora occiso. El accidente se dio a media cuadra del puente de la Quinta Amelia.
Según Guillermo, ENACAL mandó a limpiar el lugar, apenas se enteraron del accidente, y hasta mandaron a lavar la sangre que había aquedado en la vía y en la acera, muy raudos y diligentes.
El motociclista resulto con graves golpes en la cabeza, de modo que en el Hospital Amistad Japón Nicaragua no estaban capacitados para atenderlo y fue llevado directamente a Managua, al Hospital Lenin Fonseca donde pasó nueve días luchando contra la muerte.
Finalmente la señora de la guadaña venció y se llevó a Gutiérrez Morales el sábado 9 de agosto (2014). Los familiares de Armando, sobre todo su tía Olga María Gutiérrez, están muy molestos y dolidos por la fatalidad que les cobró la vida de su sobrino.
Lo más triste es que en ENACAL les dijeron a los familiares que “seguramente” el motociclista fallecido “andaba bolo”. La familia, en este caso la señora Gutiérrez va tomar acciones, en este asunto en contra de ENACAL, nos manifestó Guillermo.
“El no andaba en estado de ebriedad, el andaba sano”
La señora Olga María Gutiérrez Gómez, al conversar con LAVERDAD, dijo que la situación que ocurrió con su sobrino “no es normal. El no andaba en estado de ebriedad, el andaba sano. Esto lo están haciendo esa gente que anda abriendo hoyos, ocasionando accidentes…”.
Dijo que por su casa dejaron un gran hoyo, donde pusieron, como señal, “unos palitos de espinas alrededor. Así como fue él, quién sabe que le puede pasar a otra persona. Es algo duro, porque queda una mujer viuda, una hija sin padre y los hijos varones, muchachos sanos y trabajadores”.
Olga habló de otro accidente, en el que el hermano del abogado, de nombre Heriberto, “se quebró el brazo en moto, en una zanja, por lo mismo, sin señalización. Eso fue por el Escudo”. Indicó.
Valoró que “que es algo doloroso, porque si están trabajando y el supervisor no se fija como queda lo que van haciendo”. Reconoce que “es cierto que es bienestar para la ciudad, pero también están cobrando vidas humanas y es algo duro”, concluyó.
Doña Olga María Gutiérrez Gómez, nos manifestó que las honras fúnebres fueron en la parroquia de El Socorro, el domingo 10 de agosto (2014) a las 9 de la mañana. Dijo que atendieron a Armando en el hospital de Granada pero les dijeron que no podían ver el caso y lo remitieron al Lenin.
“Lo que nosotros sabemos que el accidente fue como a las diez de la noche en El Pochote y que había un tumulto de asfalto alto en media calle, envuelto en plástico negro, sin señalización. Esa es una cuadra o más que no hay luminaria, oscuro. Cuando él iba en su moto, tal vez no visualizó ese tumulto y cuando él lo vio fue muy cerca y entonces impactó…”, nos narró doña Olga.
La dama se imagina que al caer “saltó y su cerebro fue severamente golpeado, desbaratado completamente. En el Lenin Fonseca me dijeron que fue muy fuerte el golpe, se golpeó la base del cerebro y en el 95% no tenía vida. Pero nosotras, apegadas a Dios, rezando nuestras oraciones, pensamos que nos lo iba a dejar vivir…”