Vemos el año 2021 con positivismo, esperando que todo sea mejor para los nicaragüenses y todos los seres humanos de esta tierra

Así Pensamos

Granada, Nicaragua

Por: Augusto Cermeño

3 Enero 2021

El año 2021 lo vemos con positivismos, olvidando “profecías” catastróficas que gente mal intencionado comenta en medios de comunicación masiva en todo el mundo.

Queremos pensar que, en principio, todos venzamos el miedo a las pandemias y cualquier otra cosa que de forma irresponsable se publique buscando causar terror en las familias en todo la humanidad.

Debemos preocuparnos por sacar adelante con optimismo a la familia, dejando a un lado visiones y “profecías” que nos hacen ver un panorama negro dejando a un lado la esperanza y el deseo de prosperar, de seguir adelante, en un mundo que ya está viendo hacia un futuro mejor.

Se habla de la explosión de una tercera guerra mundial, lo que desde hace rato está en nuestros medios, a través de una pandemia, que claramente lograremos vencer dejando a los agoreros a un lado.

Debemos decirles a los que planean confundirnos que, en el nombre de Dios, el panorama es bastante claro y solo veremos lo que sea mejor para la familia y los seres humanos de esta tierra.

Vamos por un 2021 de muchos cambios positivos, que nos llene de alegría, de amor y de esperanza iniciar la tarea de organizar mejor este mundo, esta nación.

Si a la democracia participativa

Los líderes que se mantienen en el poder, deben buscar como unir al pueblo, dejar lo político a un lado, como algo secundario, que prive el interés social sobre intereses egoístas, de gente que se cree indispensable.

Se debe dar lugar las nuevas generaciones de demostrar que tienen capacidad de hacer lo mejor para su pueblo. Se debe abandonar el oportunismo político, por medio del cual algunos señores hacen millones, a costa del sacrificio de los demás.

La oportunidad debe ser para todos, no solo para la élite gobernante, con sus allegados. Los señores que se organizan para obtener el poder político, deben de dejar que todos participen y dejar de pensar que “voy a ser presidente, únicamente yo, o que voy a ser ministro de esto y lo otro con la idea de que es el más capaz. Se debe establecer la unidad de criterios, de dar cabida a nuevos liderazgos. El más capaz debe reconocerse y apoyarlo, en una decisión de consenso, sin celos ni prejuicios infundados.

En otras palabras, primero debemos derrotar nuestro ego, de creernos el mejor, el más pensante y luego dar el salto hacia una posición de victoria sobre las posiciones de liderazgo, pensando que “solo yo puedo…”.