Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

Recibimos copia de una carta que con mucha elocuencia describen el drama que les esta tocando vivir, en la que hablan de los siguientes negocios nocturnos: El Club, Omix, Café Conchis, Hostal Las Jarras y otros.
Dicen no soportar “los escándalos y alteración al orden público” en los mencionados negocios. Los vecinos se oponen a los permisos dados por “cualquier autoridad, comenzando por funcionarios de la Alcaldía, que permiten los abusos, como el cierre de calles, que es un asunto anticonstitucional y nos priva de la libre circulación y que tales actividades nocturnas luego derivan en violaciones a las leyes existentes, constitucionales, civiles y penales”.
Citan el artículo 534 (ley del Ruido), la que establece sanciones de “10 a 30 días de multa, o trabajo en beneficio de la comunidad de 10 a 30 jornadas de dos horas diarias, y además de la suspensión, cancelación o clausura de las actividades que generan el ruido o malestar”.
Entre estos ruidos que pueden ser sancionados sus decibeles superan lo permisible por la Ley, se mencionan: altoparlantes, radios, equipos de sonido, alarmas, pitos, maquinarias industriales, plantas o equipos de cualquier naturaleza y propósito, instrumentos musicales y micrófonos, entre otros.
Estos sonidos prohibidos pueden tener sus orígenes en la vía pública, locales, residenciales, viviendas populares, que estén cerca de hospitales, clínicas, escuelas, colegios y oficinas públicas. Los sonidos prohibidos son los que pueden causar daños a la salud o perturben la tranquilidad y descanso diurno y nocturno de los ciudadanos. Todo esto establecido en normas y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El mismo artículo 534 del Código Penal, dice: “Las actividades tales como campañas evangelísticas realizadas al aire libre en plazas, parques y calles requerirán de la autorización correspondiente. Se exceptúan las actividades de las congregaciones religiosas dentro de sus templos..”.
Hay escalas de decibeles permitidos por la Ley que van de 30 a 45, dependiendo del lugar donde se ubique y se origine el ruido. Dependiendo de la hora. Se toma en cuenta si esta cerca de dormitorios, escuelas, colegios, preescolares y hospitales. También se toma en cuenta el tipo de actividad: Ceremonias, festivales y eventos recreativos, cuando el sonido debe estar por debajo de los 110 decibeles.
Pobladores señalan de cómplice a la Policía

Dicen que las Ordenanzas del Concejo Municipal no se respetan ni se hacen respetar, dejando la sospecha de complicidad policial, la que “otorga los permisos de cierre de calles”.
Además, le recuerdan a la misma policía que existe la Resolución 0054-05, firmada por la comisionada mayor Glenda Anabel Zavala Peralta el 1 de noviembre del 2005, prohíbe todos esos abusos”.
Los vecinos se identifican como “ciudadanos plenamente establecidos en un sector meramente residencial, contribuyentes, y merecemos una atención a nuestro Gobierno”.
Solicitan, “de manera urgente, nos atiendan para resolver nuestro problema y exponérselo en la próxima reunión de comisión que tengan, para elevar al pleno del Concejo Municipal la problemática existente…”.
La carta protesta es dirigida a la concejal Karla Canales y la firman: Margarita Mejía Burgos, Lourdes Prego, Bruce Long, Alejandro Gutiérrez, María de los Ángeles Solano, actual Juez Primero Civil de Distrito; Margot Argüello, María Urbina, Ana María Solórzano, Yelba Burgos, Heberto Francisco Marenco Navas y Julia López, entre otros.
Concejo Municipal aprueba ordenanza contra ruido y cierre abusivo de calles

La decisión del Concejo se adoptó luego de que se diera un exposición del caso por parte de representantes de pobladores del sector de calle La Libertad, El Consulado y Las Barricadas, entre otras.
Don Alejandro Gutiérrez solicitó, en su exposición se revise el asunto de cierre de calles, que impide la libre circulación de las personas e impide el acceso de las personas a sus casas. Pidió regulación de los centros nocturnos y el horario que estos deben funcionar, proponiendo que no pasen más allá de las 12 de la noche.
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La señora Lourdes Prego, sugirió se de cumplimiento a ordenanza policial suscrita por la comisionada mayor Glenda Anabel Zavala Peralta, la que logró controlar la situación planteada, pero con las nuevas autoridades policiales regresaron a los espantosos ruidos y abusos de los negocios nocturnos.
Doctor Otto Navas apoya dictamen pero no quiere se le ponga “nombres y apellidos”
El doctor Otto Alexander Navas Gutiérrez, dijo estar de acuerdo con el dictamen de Comisión de Sociales, pero que sean sin nombre y apellido, que sean aplicables para todo el que abuse o crea contaminación por ruidos y escándalos.
Dijo que en las Plazas de la Independencia y de Los Leones están enfrentando problemas de ruidos creados por campañas publicitarias de dos casas que distribuyen celulares.
Concejal Maldonado lee Ordenanza contra el ruido, los escándalos y los cierres de calles

Dijo que la Ordenanza, se da a partir de la visita de vecinos de Avenida Las Barricadas, La Libertad, El Consulado, 14 de Septiembre y sectores aledaños. Los vecinos hablaron “sobre los reiterados trastornos que vienen sufriendo por años”, indica el dictamen.
Se refirió a permisos mal otorgados por la policía para el cierre de calles para “panchangas” escandalosas. La normativa se basa en los artículos 177 de la Constitución Política de Nicaragua, artículos 6,7 y 28, inciso 4 de la Ley de Municipios (Leyes 40 y 261), Ley General del Medio Ambiente y los recursos Naturales, Ley 217 y su Reglamento, Decreto 9-96, Ley General de Salud, Ley 423 y su Reglamento, Decreto 01-2003, Código Penal de la República de Nicaragua y la Ordenanza Municipal 003-2009.
Aplicación inmediata
La Concejal Arianné Maldonado, en la lectura del dictamen de Comisión de Sociales, dijo que la ordenanza contra el ruido se aplicaría “de manera inmediata”.
Hablando de los casos particulares presentados, con pruebas, por los vecinos quejosos, el dictamen menciona El Club, Café Conchis, Bar Omix, Hostal Las Jarras, Hostal Kalúa y cualquier otro negocio “que no siendo discoteque o Night Club, funcionen como tales hasta altas horas de la madrugada, alterando el orden público y con grandes repercusiones por el sonido que emiten su música y sus actividades”.
Explica el dictamen que los permisos los emite la Oficina Ambiental de la Alcaldía y posteriormente es avalado por la policía, jefatura de Seguridad Pública. Los permisos son emitidos “sin limites de horario”, agrega Arianne.
Otro elemento que toma en cuenta el dictamen es “el caos y suciedad que provocan a los vecinos” de los negocios aludidos y la permisión del cierre de calles.
Criticas a “ciertos funcionarios” municipales inoperantes
La ordenanza, lleva implícita la critica a “ciertos funcionarios” municipales calificados de inoperantes. La misma manda cancelar la emisión de permisos de actividad nocturna de “negocios establecidos en zonas residenciales que rebasen más allá de las 12 de la noche”.
Además, habla sobre ajustar los decibeles adecuados en aparatos y DJ (animadores), lo que se establece “en la Ordenanza 003-2009. Se prohíbe el cierre de calles y avenidas en estos sectores y de cualquier otro sector de la ciudad de Granada”.
Como cuarta media, se dice que “los negocios que vayan a solicitar permiso de actividades que involucren sonido, deben de cumplir con las condiciones adecuadas dentro de sus instalaciones. Deben de contar con ambientes cerrados, con techo adecuado, aislantes en sus puertas de acceso y salida”.
El dictamen de la Comisión de Sociales y Medio Ambiente, fue aprobado unánimemente por el Honorable Concejo Municipal. El dictamen fue firmado por Karla Canales, Presidenta de Comisión; Jaime Ramírez Blandón, Secretario y Arianné Maldonado, miembro de la comisión.