Así Pensamos
Autoría: Alejandro José Gallard Prio
Ilustración y Publicación: Juan Flavio Orozco V.

Pero la vida real no es de pelotas ni de antorchas, es de los quehaceres que día a día requieren de nuestros mejores esfuerzos para resolver sus retos, los que no podemos mantener en el aire como las pelotas, sino darles resolución con la prioridad que cada caso merece.
El médio del Estado de Virginia que citamos en El Archivo anterior, nos da la pauta al decir que «todavía hay mucha gente buena en el mundo» o sea que hay voluntad, y los «retos» se resuelven con voluntad, paciencia, persistencia y honestidad, pero todos a la vez es imposible.
Y he aquí el problema de los Administradores de las empresas públicas y/o privadas, que pretenden resolver todo al estilo malabaristas, que significa que al final los logros son a medias, un mal que es una especie de «marca» a nivel latinoamericano.
Viajemos a Centroamérica, que posee una de las pocas marcas supranacional que se conocen en el mundo del turismo y con la que se promueve a nivel mundial los 7 países que la forman (Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá) con el slogan «tan pequeña, tan grande»
Para hacer efectiva la marca, por mandato presidencial en el 2002 los 7 gobiernos crearon una agencia, «Central America Tourism Agency» (CATA), para que se encargase de la promoción y definición de estrategias, más la creación de productos turísticos entre los países miembros. Funciona no solo como lugar dónde encontrar información turística de cada país, en forma de experiencias turísticas por temáticas y por país. Ecoturismo, deporte de aventuras, deporte acuático, compras, lujo, romanticismo, son algunos de los temas a elegir o segmentos a los que se dirige la oferta. Además, se promocionan productos turísticos donde se combinan atractivos de varios países y de esta forma le dan verdadero valor al poder de la marca supranacional.

Pero la realidad es otra. Siguen gastando dinero, por lo menos no han dicho que CATA, el organismo promotor, ha dejado de operar, siguen platicando de agilizar las fronteras, no solo en cuanto al pase de seres humanos, sino de productos elaborados por centroamericanos. No han podido construir una autopista de peaje que conecte el Istmo y mucho menos un tren centroamericano, pero sí se reúnen periódicamente los Jefes de Estado, con sus respectivos Ministros de Relaciones Exteriores, Economía y otros más confirmando ese espíritu unionista que consagraron con la famosa «marca».

Los centroamericanos se distinguen entre sí, por sus acentos al hablar, pero físicamente somos descendientes del mismo tronco, hemos sufrido gobiernos autócratas, corruptos e irresponsables, así como hemos visto que sí es posible, el elegir gobiernos responsables y vivir en democracia, lo cual da esperanza, ya que lo de MARCA es una meta a cumplir, o sea, TODO SE PUEDE, pero no a la vez. Comencemos haciendo realidad las facilidades para viajar y transportar nuestros productos sin la paralizante burocracia de paisitos y convirtamos esa «marca» –idealizada por nuestros Presidentes en uno de sus acertados pronunciamientos unionistas- en realidad, con lo cual comenzaremos a integrar nuestras riquezas naturales, el potencial de nuestra fuerza laboral y la pujanza de nuestras fuerzas empresariales y con ello, inyectaremos bienestar en nuestros pueblos.