Arte y Cultura
Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
*“El Café de Las Sonrisas”: primer café en toda América, manejado por sordomudos
* Un ciego confeccionó hamaca para el Papa Francisco
*“Turismo tico ha venido perdiendo fuerza”
*“Ticos asustan a los turistas diciendo que aquí matamos a la gente”
* Tío Antonio propone: “Cada turista que se valla de Nicaragua, sea embajador de Nicaragua”
* El caso Jackson y la pareja de ciegos
¿Por qué Tío Antonio?
Tío Antonio, es una escuela que muestra el buen camino a todos los que buscan en este centro de gran proyección social y humana una herramienta para la vida, para el amor y para navegar con un norte en aguas turbulentas.
En muchos casos de orden social, de inclusión en el mundo laboral, de rescate a jóvenes y niños que estando en condiciones de desamparo, da falta de amor, cariño y grandes limitaciones para seguir un buen camino en la vida, llegan a Tío Antonio y atraviesan un portal que los lleva como a otra dimensión.
La verdad es que el ciego, el mudo, el sordo, experimenta como un baño de bendiciones, milagros, que lo transportan hacia otra dimensión, hacia otra realidad humana que parecía imposible alcanzar, pero Tío Antonio lo hace posible y por eso todo el que llega a este centro se queda.
“El Café de las sonrisas”
Hablamos con el autor de este pequeño cielo en la tierra, donde se atiende a los visitantes nacionales y extranjeros en “El Café de las Sonrisas”, un lugar donde logramos ver a un grupo de visitantes sordomudos que no solo encontraron un lugar donde desayunar, beber y comer algo ligero, sino que se encontraron que las personas que les atendieron, eran sordomudos.
Para estos extranjeros esto es como encontrarse una “aguja en el pajar”, es para ellos ¡maravilloso! Es ¡un milagro! En la tierra de Diriangén, de Nicarao, de José Dolores Estrada, de Andrés Castro, de Sandino, de Carlos Fonseca y tantos buenos hijos de la Patria nicaragüense.
Tío Antonio, nos dijo que “El Café de las Sonrisas”, es el primer café con las características de éste, instalado en la colonial Granada, en una casona donde cada pulgada de espacio es ocupada por seres humanos que llegaron y se quedaron.
Dice que ya crearon uno en Canadá, con características similares. Para Tío Antonio “que sigan copiando y habiendo más. Pero claro, aquí llegan los extranjeros y se encuentran en un país tercermundista, donde consideraban que aquí no había de nada. Les estamos dando lecciones a los que se llaman del primer mundo”.
Un ciego confeccionó hamaca para el Papa Francisco
Hizo referencia a un ciego que está en el centro, quien se hizo cargo de la tarea “de confeccionar una hamaca para el Papa Francisco. Tenemos a 4 ciegos trabajando, haciendo hamacas. Vienen los turistas y cuando ven esto, se preguntan ¿qué pasa en Nicaragua?”.
Nos mostró una hamaca gigante en la que caben hasta 20 personas, lo que es una novedad para el turista, el que prueba la hamaca juntándose con otros y se hacen fotos, como para graficar algo que no habían visto antes.
Considera que Costa Rica se va quedando rezagada con el turismo, dándose el fenómeno de que los turistas buscan Nicaragua, debido a que ya los ticos que dirigen el turismo no tienen mucho que ofrecer comparado con la tierra de lagos y volcanes que es Nicaragua.
“Turismo tico ha venido perdiendo fuerza”
Tío Antonio, cree que han venido perdiendo fuerza en el turismo por que los ticos “han venido matando la gallina de los huevos de oro, donde el costo de la vida es carísimo, la venden como el gran paraíso, sin embargo el país más seguro somos nosotros. Y, luego Costa Rica, de latino tiene muy poco. A la gente ¿por qué le gusta Nicaragua?, porque seguimos siendo un país auténtico, no engañamos”.
“No engañamos. Lo que hay es lo que tú ves, somos Nicaragua. Y, además, es un gran país. Entonces, encuentran lo auténtico que ellos buscaban”, expresa Tío Antonio. Destaca como diferencia con Costa Rica, “la amabilidad del pueblo nicaragüense”.
Revela que “los turistas que vienen de Guatemala y Honduras han dicho que ven cosas muy bonitas, pero la sensación de amabilidad que encuentran aquí, no la encuentran en ningún otro sitio, y eso es muy importante”.
“Ticos asustan a los turistas diciendo que aquí matamos a la gente”
Tío Antonio nos expresó que, ante el avance del turismo en Nicaragua “los ticos les dicen a los turistas que aquí matamos a la gente, que aquí les vamos atracar, que aquí les vamos asaltar, que les vamos a robar sus pertenencias”.
Considera que “lo hacen porque la gente está llegando a Costa Rica y al segundo o tercer día, están saliendo por la frontera, a Nicaragua. Para detener ese éxodo, nos dan mala publicidad. Invierten en campañas tan caras, en el exterior, donde Nicaragua tiene poca posibilidad de invertir millones de dólares en publicidad”.
Tío Antonio propone: “Cada turista que se valla de Nicaragua, sea embajador de Nicaragua”
Tío Antonio, propone, ante la falta de esos millones para la publicidad en el exterior, que se trabaje de tal forma, con el turismo, que “cada turista que se valla de Nicaragua, sea embajador de Nicaragua. Que hable bien a sus amigos, a sus familiares, porque con cada buena crítica vendrán 10 turistas a Nicaragua”.
Tío Antonio también hablo de dos casos muy interesantes: se trata de una pareja de ciegos y de un joven que era atacado por una terrible depresión, por lo que se mantenía encerrado entre cuatro paredes, siendo preocupación número uno en su casa.
Caso Jackson
El joven Jackson, con 24 años, es ciego desde los 18 años y su problema “es el de muchas personas con discapacidad en Nicaragua. Un caso como el suyo, debería de haber tenido apoyo psicológico, como profesional para adaptarse a su nueva vida”.
Tío Antonio considera que “la gente que vive en Managua puede obtener atención más fácil, la gente de fuera, más complicado y si vives en el campo, la situación se pone muy peliaguda. Es más el cariño de los padres, de la familia, lo que te hace seguir adelante”.
Dice que el padre del muchacho lo vio en televisión “y dijo, aquí hay un hombre que contrata a personas y no le importa que sean ciegos. Vinieron a vernos, hablo con su hijo y lo he contratado, cuatro o cinco meses lleva ya con nosotros”.
El resultado de esto, es que el muchacho rompió con ese aislamiento y ahora “está haciendo unas hamacas impresionantes, además que como persona nos parece que es alguien increíble. Se está desarrollando, la convivencia con los muchachos es perfecta…”.
Considera que la gente “debe cambiar su mentalidad. Cuando ven un ciego en la calle, lo que hacen es querer ayudarle a cruzar la calle. Sin embargo el ciego se conoce hasta el último agujero que hay en la calle”.
Según el Tío Antonio, “lo primero que tenemos que preguntarle es: ¿usted necesita que lo ayude? Y, segundo: ¿usted que es capaz de hacer? Cuando vienen a pedirnos empleo con discapacidad, yo lo que les pregunto es: ¿tú que puedes hacer? Y les das la oportunidad de hacer”.
No hay una respuesta precisa, pero Tío Antonio les indica que pueden comenzar con las hamacas, pero “si no te hayas, podemos intentar otra cosa que hacer”.
La pareja de ciegos
Hablo de la pareja de ciegos que se conocieron en una capacitación, en Managua y han llegado a establecer una relación de noviazgo, de modo que se les ve juntos en las calles de Granada, salvando juntos todos los obstáculos.
Habló de Jimmy, con cinco años de permanencia en el centro, quien ha desarrollado exitosamente la elaboración de una preciosa hamaca para el Papa Francisco, la que “ya fue entregada al Nuncio, del Vaticano, y tenemos un carta del Vaticano agradeciendo el obsequio”.
Tío Antonio cree que es posible que “un día de estos tengamos una llamada por teléfono del Papa, si ya le han comunicado, ojalá. Para nosotros es un día muy importante, nos llenó de orgullo. Somos los héroes, los que hicimos la hamaca para el Papa” y se pregunta ¿Dónde está que nosotros no podíamos trabajar?
Considera que la hamaca tiene “un diseño único. Mucha gente nos pide que les hagamos otra, y no hemos querido. Queremos que esa hamaca fuera única, para el Papa, nosotros no hemos querido comerciarla”, indicó.
“Creo que fue un gesto muy lindo, para una persona única y creo que le faltaríamos al respeto si la comercializamos”, concluye Tío Antonio.
Aimara, la novia de Jimmy
Nos relata Tío Antonio, la connotación sentimental de casos como el de Jimmy, quien le platicó que había “un chica, se llama Aimara, en la ciudad de Managua. Un día vino con su mamá, hace unos cinco años, para ver si le ayudábamos con un termo para vender café en los autobuses”.
Tío Antonio le dijo a la mamá de Jimmy si se podía hacer algo más que eso. Al tiempo regresó Jimmy y preguntó si podía aprender hacer hamacas. Tío Antonio le respondió que iban a intentarlo, “claro que sí y terminó haciendo la hamaca para el Papa”. Jimmy conoció a Aimara, en una escuela de ciegos, en Managua y le dijo al Tío Antonio “que había conocido a una mucha, me gustaría que viniera aprender”, pero el muy pícaro del Tío Antonio le salió al encuentro de algo más bien sentimental.
Jimmy entonces se abrió y dijo que “la verdad es que estamos saliendo. Confiamos en que nos de la gran sorpresa de que quieran vivir juntos y aquí está el Tío para ayudarles. Aimara ahora está haciendo hamacas”.
¿Por qué Tío Antonio?
La imagen de Tío Antonio, es ahora, una imagen paternal, cariñosa de un ciudadano español que llegó a Granada a Nicaragua hace 9 años y los niños le decían: Señor, ¿tiene hora? o don. “Cuando uno tiene cuarenta años y un niño te llama señor, te hunde la vida. Yo decía que no me llamen señor, que no me llamen don Antonio. Vos sabes que aquí en Nicaragua no dejan que los chicos te llamen solo Antonio”.
Entonces, pidió a los muchachos que le buscaran otra forma de llamarle, más familiar, más cariñosa y le dijeron “pues usted es mi tío y ya está. Desde hoy soy Tío Antonio. Aquí don Antonio es lo habitual, pero en España es demasiado respeto, alguien muy altivo. Lo que quería era que esto fuera familiar y si los chicos me llaman señor, para mí era como marcar una distancia demasiado grande”.
Aunque lo de Tío, tampoco le suena agradable cuando le hablamos del Tío Sam, personaje símbolo del poder americano USA, nos respondió: “No te creas que me va mucho…”.
El Café de las Sonrisas: primer café en toda América, manejado por sordomudos
El Tío Antonio, también nos habló con mucho orgullo y cariño de “El Café de la Sonrisa”, donde los trabajadores son sordomudos. Presumimos de que recibimos gente de todo el mundo. Aquí el leguaje nunca es una barrera. Puede haber un chino, un japonés, un alemán, un norteamericano, un nicaragüense, sentados. Entendiéndose completamente con los muchachos”.
Tío Antonio, considera que cuando “hablamos del orgullo nicaragüense, quiere decir que el orgullo nicaragüense es que cuidemos nuestro país, que dejemos de tirar basura al lago, basura al suelo. Nosotros hemos empezado a confeccionar una hamaca gigante, con las bolsas de plástico que afean nuestro lindo país”.
Insistió en el “orgullo nicaragüense, de que todo el mundo cuando nos visita se valla impactado desde Nicaragua, porque estamos empezando a respetar a las personas con discapacidad, a darles oportunidades de empleo, que todos tengamos un país limpio, como todos deseamos, porque el país es nuestra casa”.
Tío Antonio tiene en su centro a 27 personas con discapacidad, a las que se les abrió todo un mundo de posibilidades y dejar claro que todo ser humano, independientemente de su condición física, congénita, puede enchufarse en la sociedad con buenas posibilidades de desarrollar su potencial.
Considera que “ellos lo que necesitan son trabajos dignos, que les permitan hacer realidad los sueños que tiene usted y yo. Tenemos aquí, chicos y chicas del centro, que ya se han casado, tienen su hijo. Si se casan y tienen su hijo es porque tiene trabajo, un salario y un plan de vida”.
Sugiere que los empresarios, “tomen conciencia y empiecen a contratarles, que no tengan ningún miedo. La famosa frase de ¿Quién dijo miedo?, yo la revierto: empresarios ¿quién dijo miedo?”.
Se mostró feliz porque al “Café de la Sonrisa” llegó un grupo de extranjeros y que “ellos se encuentren un restaurante dirigido por sordos, es la primera vez en su vida que están en un entorno que no es agresivo”,
Al Tío Antonio le parece sorprendente que los extranjeros lleguen a su país hablando de Nicaragua, de la experiencia del “Café de la Sonrisa”, del centro, donde los sordos pueden trabajar. En sus países no existe. Y, nos llaman “tercer mundo”, yo estoy en contra de la palabra primer mundo, que se miren al espejo”.
“Yo al primer mundo les digo, que a veces, podemos tener malas temporadas, con problemas de desnutrición, pero la desnutrición se cura comiendo. El primer mundo tiene un problema: se llama desnutrición mental y no se cura comiendo”, valora Tío Antonio.
Va más lejos Tío Antonio, diciendo: “ante la desnutrición mental del primer mundo, prefiero la nuestra, cuando los frijoles están caros y tenemos solo que comer arroz. Porque la nuestra se cura comiendo, la de ellos ¿cómo se cura?