Monitoreo
Nacional
Todavía el invierno no se instala y con la tercera lluvia sobre la ciudad de Chinandega, se registraron las primeras muertes por descarga eléctrica en ese municipio.
Las lluvias vespertinas no vienen solas. En ocasiones vienen acompañadas de rayería, como ocurrió el martes, cuando les sorprendió la muerte en la calle a Pablo Isaac Varela Manzanares, de 53 años y Faustino Campos Castellón, de 75, víctimas de las descargas eléctricas.
“El rayo cayó sobre el árbol de ceiba. La descarga alcanzó a las dos personas que descansaban en sus hamacas, debajo del pesado camión que conducían, por temporadas”, dijo Sandra Varela, familiar de uno de los fallecidos.
Las dos muertes registradas esta semana suman un total de siete personas fallecidas desde 2014 por esta causa.
La Policía Nacional en sus estadísticas anuales, cuantifica que cuatro personas murieron por descargas eléctricas, en el año 2014. El 11 de Julio se recuerda la muerte de Félix Ignacio Dávila (56) y José Bismark Vargas Trejos (15), originarios de El Viejo. El 24 de Julio, Darwin Ismael García Torres (27), oriundo de la comarca “La Tejana”, El Viejo y el 11 de agosto María de la Concepción Madrigal (58), de la comarca “Lucrecia Lindo”, de Puerto Morazán.
En el año 2015, la institución solo reportó un caso.
La ausencia de las lluvias, pudo ser el factor determinante de las pocas tormentas en el departamento, y aunque las autoridades de la Defensa Civil, recomiendan no salir de casa mientras llueve, no estar descalzo, alejarse de los celulares y aparatos eléctricos, como parte de las advertencias, a los hogares chinandeganos, todavía no fue posible evitar que la adolescencia practique cualquier deporte en las calles, mientras llueve, lo que representa un peligro para la vida de quienes desafían al fenómeno natural.
Zonas más vulnerables
Aunque las muertes por rayos de este año se han registrado únicamente en la ciudad de Chinandega, según Haydeé López, especialista en temas ambientales en Puerto Morazán, una de las zonas donde se ubican más víctimas, de todo el departamento, explicó que la población debe protegerse de “la rayería” sobre todo las personas que viven en la zona rural y durante las lluvias -sobre esa línea- evitar estar cerca de los árboles altos o cerca de cercos, antenas u aparatos eléctricos.
López dijo que no tiene registro de víctimas por rayo este año, pero el municipio está en una zona propensa.
Cómo funciona
El médico forense de Chinandega, Róger Pereira Umaña, describió que la descarga eléctrica obra en el cuerpo humano de dos maneras; por la onda explosiva del impacto o por la potencia de la descarga, cualquiera de las dos, lleva a la persona a una muerte instantánea.
“Quemaduras en el cuerpo, destrucción de órganos internos y lesiones externas de la piel”, son parte de los signos de una persona que perece por una descarga.
Pereira dijo que hay objetos que atraen la electricidad, portar una cadena, árboles altos, llaman a la electricidad, advirtió el especialista.
Sobreviviente
El 23 de Agosto del año 2006, Esmérita Lucila Urey Lindo, habitante de la comarca rural del «Campirano» en El Viejo, se convirtió en una sobreviviente de una descarga eléctrica. Una suerte con la que su hija Ada Griselda Oviedo Urey y su sobrina Dalia Guadalupe Oviedo Urey no contaron.
El cielo, recuerda, se puso más nublado. El viento corría más fuerte y las víctimas corrieron al tendedero a retirar la ropa seca, cuando el rayo se vino en seco.
“Yo sentí un golpe en el pecho. No podía hablar. Pero mi instinto de madre me hizo buscar con la vista a mi hija que en sus primeros instantes quedó paralizada y posteriormente cayó al suelo con los ojos abiertos”, relata.