Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

A Guillermo se le ocurrió, se le encendió la bujía, y comenzó a escribir de cada uno de sus compañeros de trabajo universitario, logrando amasar unos 35 relatos.
El doctor Noel Rivas Bravo, al presentar la obra, escribió que Menocal “va dibujando con un agudo poder de observación y análisis, las personalidades de sus colegas”. Hablando del método de Guillermo, Rivas Bravo dice que “es el de un novelista que va con sus cuadernos de bitácora, registrando a cada paso sus vivencias”.
Menocal nos refiere que su obra “Rencuentros” es “una serie de relatos y cuentos interrelacionados”. Noel piensa que el autor “va en busca del “intrínsico ser”, del ser humano y sus tributos, de la grandeza y miseria de vivir”.
Sonando un tanto reflexivo, el doctor y poeta Noel Bravo habla del resultado de la obra, algo parecido “a un fresco que fuera el propio espejo de nosotros mismos, reconociéndonos en los innumerables momentos que hemos vivido; como aquel en que se vio Eneas, en Cartago, esculpido en Mármol, rodeado de muchos de sus compañeros y que le hizo recordar y revivir episodios de la Guerra de Troya”.
En un enorme esfuerzo de síntesis, el poeta Rivas Bravo, extrae algunos de los personajes de la obra como: “Luz, la viuda despistada y olvidadiza, atildada en el vestir; Carl, el discreto y elegante lector de autores hispanoamericanos; Ramiro, el ludópata- que padece adicción morbosa a los juegos de azar- incorregible, como el personajes dostoiewskiano; Gustavo, el soltero inflexible, solitario y sin porvenir; Jorge, el presumido y desagradable; Lucía, la devota de la Virgen de Guadalupe; Renata, la culta y políglota, amante de la ópera y el teatro; Donaldo, el periodista putero y mujeriego; Margot, la de alma de artista, cantante y bailadora; Sergio, el homosexual despechado y obsesivo en su trabajo…”.
Noel y su bisturí literario, logra extraer de las entrañas de “Rencuentro”, a cada uno de los personajes que dan ese toque tan humano y cálido a la obra, que finalmente el poeta Rivas califica de “un microcosmos que trata de representar al mundo en su totalidad, regido por fueras incomprensibles y oscuras”.
Sueños y Vigilias: La tragedia del ser humano, los juegos del tiempo y los juegos del espacio, según el autor
Guillermo Menocal, nos habló de su segunda obra: “Sueños y Vigilias”, en la que habla de la tragedia del ser humano, los juegos del tiempo y los juegos del espacio.
El libro es prologado por Horacio Peña, quien vive en Austin, Tejas, y disecciona “Sueños y vigilias”, entrando por un portal del tiempo, que le permite interpretar los sentimientos y el mensaje del autor.
Peña comienza desempolvando el poema épico de Gilgamesh, escrito 2000 años antes de Cristo en tablas de barro. Hace referencia a “esa secuencia interminable de historias y leyendas que, desde mas allá del tiempo o de los tiempos, deslumbran a la humanidad cono el sueño, el viaje en busca de algo: una ciudad, un ser mitológico, la fuente de la eterna juventud, la inmortalidad, la ciudad de las siete colinas, la búsqueda del padre que nunca se ha conocido, que se perdió o que nunca existió. Y otra vez el sueño y la falsa interpretación del sueño. El sueño que anuncia la muerte del héroe”, escribe Horacio Peña.
Agrega que los relatos de Guillermo Menocal, “están presididos por Himnos, el Dios del Sueño”. Considera que: “Nada ni nadie puede evadir lo que se anuncia en ese estado de lo real y lo irreal, ese estado donde el espíritu sale de la cárcel, el alma sale de la cárcel y encuentra o imprevisto, lo no imaginado”.
La obra fue publicada por la Academia de la Lengua, “hace tres semanas”, partiendo de la tercera semana de Junio 2011. Menocal dijo que llegó a Nicaragua, el 20 de junio 2011, con el propósito de presentar sus libros en la Casa de Los Leones.
Finalmente, Menocal nos dijo que los 34 relatos de “Sueños y vigilias”, los que son graficados en caricaturas elaboradas por el poeta y pintor Omar Lacayo, de León, a quien Menocal considera “un extraordinario pintor nicaragüense, que también vive en California”.