Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
El candidato Presidencial Enrique Quiñonez, consideró como “lamentable”, los hechos que se escenificaron el 10 de agosto 2011, durante las actividades de Santo Domingo, en Managua.
“Fue lamentable, nosotros, el primero de agosto estuvimos ahí, dando agua y jugo a los promesantes y pasamos muy bien. El 10 de agosto igual, con unas 300 personas en nuestra tarima y nuestro toldo, la mayoría mujeres, mujeres mayores, con niños, mujeres embarazadas…”, manifestó Quiñonez.
El polémico político nicaragüense, lamentó que “desgraciadamente la intolerancia de quienes comenzaron tirando bolsas de agua, se convirtieron en bolsas de cloro, piedras y balazos”.
Relaciona a los violentos con el partido de Gobierno, de los que, según Quiñónez, tuvieron que defenderse “con lo que la gente tenía a disposición para defenderse de un grupo de bandoleros que llegaban a agredir, rajaron cabezas e hirieron a varias personas”, aseguró.
Dijo haber identificado “a un señor Pedro Orozco, ligado al Frente Sandinista, que fue el que comenzó, casualmente, con la revuelta, lastimosamente, porque era una fiesta, porque nosotros como católicos, lo único que estábamos haciendo era regalando agua, regalando jugos y se vio manchada la fiesta. Debe haber más tolerancia en el país”.