Monitoreo
Nacional
Durante todo el año escolar 2016, que inició ayer con 1,587,306 estudiantes de preescolar, primaria y secundaria de colegios públicos de todo el país, la Policía Nacional ejecutará un plan de seguridad permanente que cubre un área de 400 metros a la redonda de cada centro, con el fin de que los escolares no se vean expuestos a delitos.
“Mantendremos la presencia suficiente, así como la comunicación oportuna con padres de familia y con los vecinos. De tal manera que a los niños este resguardo les sirva como una inspiración para que completen su año escolar”, señaló el segundo jefe de la Policía Nacional en Managua, comisionado mayor Manuel Zambrana.
El jefe policial explicó que el objetivo es que en la zona de seguridad delimitada alrededor de cada colegio no haya robos, expendios de licor o drogas, juegos tragamonedas u otro tipo de negocio que distraiga la atención de los estudiantes y los exponga a delitos.
Este plan, que también contiene acciones de vigilancia, patrullaje, regulación operativa y presencia en paradas de buses, se estará ejecutando con 6,000 policías a nivel nacional, pero solo en Managua habrá 2,500, pues se priorizaron 200 centros educativos ubicados en sectores vulnerables.
La jefa de relaciones públicas de la Policía Nacional, comisionada mayor Vilma González, dijo que para evitar la existencia de expendios de licor o droga cerca de los colegios se realizarán patrullajes 1 o 2 veces a la semana y que cuando alguien solicite permiso para vender licor en la zona, se le será negado.
En saludo al inicio del año escolar, el presidente Daniel Ortega condecoró a una veintena de estudiantes y docentes, por su destacado desempeño y, en el caso de los profesores, por sus años de servicio.
Agregó que de lunes a viernes la presencia de los policías afuera de los colegios será de 6:15 a.m. a 7:00 a.m., y reiteró que los vehículos deben circular entre 20 y 25 kilómetros por hora, según lo establecido por la Ley de Tránsito.
En saludo al inicio del año escolar 2016, el presidente Daniel Ortega condecoró a una veintena de estudiantes y docentes de diferentes partes del país por su destacado desempeño y, en el caso de los profesores, por sus años de servicio, como es el caso del educador Francisco Uriel Ramos Hernández, de Jinotepe, con 50 años impartiendo clases. El mandatario los reconoció entregándoles a cada uno una medalla, el libro ‘Darío por Darío’ —del poeta Rubén Darío— y una edición de las monedas de oro con valor de C$1,000 que el Banco Central de Nicaragua emitió para conmemorar el centenario de la muerte del Príncipe de las Letras Castellanas.
Las autoridades del Mined, del Ministerio de la Familia ( Mifamilia) y del Sinapred inauguraron el año escolar en las instalaciones del Instituto Experimental México, en Managua.
La ministra de la Familia, Marcia Ramírez, recomendó vigilar la conducta de los estudiantes ante situaciones que puedan poner en riesgo su desempeño escolar, lo cual coincide con la campaña permanente contra el acoso escolar que el Gobierno mantiene.
La comunidad educativa debe «procurar un ambiente de entendimiento seguro en los centros educativos, identificar cualquier conducta nueva en cualquier niño o adolescente y atender a tiempo esas situaciones difíciles, evitando que altere o interrumpa su proceso educativo», dijo Ramírez.
Asumen responsabilidad compartida
En todos los colegios del país hubo actos para dar inicio oficial al año lectivo 2016. Directores, docentes y padres se mostraron felices de retomar las clases, asumiendo el compromiso de trabajar de la mano para garantizar la permanencia de los estudiantes y la calidad en el proceso enseñanza-aprendizaje.
En un discurso de bienvenida a la comunidad educativa del colegio Luis Alfonso Velásquez Flores, en la colonia Máximo Jerez, en Managua, la profesora María Eone Gaitán Martínez, que imparte la materia de estudios sociales en primaria, pidió a los padres de familia brindar su apoyo a los docentes y no solamente juzgar su actuar.
La educadora dijo que cuando un padre se involucra en la educación de su hijo, este participa activamente en las clases y cumple con los deberes asignados, por lo que logra un mejor rendimiento.
En tanto, Mireya Ochoa, que ayer llevó a su primer día de clases a sus hijas que están en segundo grado y primer nivel en el instituto Rigoberto López Pérez, indicó que diario revisa los contenidos con sus pequeñas y si tienen alguna dificultad, le pide ayuda a una sobrina que está en la universidad.