Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
El poeta Alvaro Rivas Gómez, denunció ante las autoridades de policía, ser victima de invasión de morada y robo, de parte de un sujeto al que atraparon dentro de su propia habitación.
Presuntamente el sujeto andaba acompañado de una joven huele pega, que Rivas encontró muy tranquila y campante en la sala de su casa. El intelectual preguntó a la muchacha qué estaba haciendo ahí y ésta le contestó que estaba esperando “a Manuel”.
Según la misma huele pega, el tal Manuel “ahí esta”. Esto le pareció al poeta como una tonta ocurrencia de la chavala y la mandó a circular, pero poco después regresó y el poeta nuevamente la corre, pero la esposa, le avisa, de inmediato que “hay un sujeto dentro del cuarto”.
Rivas llama a los vecinos para que le apoyaran en la captura del intruso, quien ya se estaba apoderando de una cámara Kodak valorada en 400 dólares, un cargador de teléfono y un Ipod en mal estado. El tipo entró aprovechando que la puerta estaba abierta. El hecho ocurrió en calle Corral, el pasado 5 de septiembre 2011, a las 8 de la mañana. Es curioso que el ladrón sale a “trabajar”, como si fuera oficinista.