14 de febrero de 2016
El papa Francisco hizo una invitación a los mexicanos para trabajar y hacer del país una tierra de oportunidad, “donde no haya que emigrar para soñar, donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar”.
“Una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de traficantes de la muerte”, dijo el líder de la iglesia católica en la misa celebrada este domingo 14 de febrero, en Ecatepec, Estado de México.
Durante la homilía, el papa Francisco volvió a referirse a la corrupción e identificó tres tentaciones “que buscan degradar y degradarnos”: La riqueza, la vanidad y el orgullo.
“La riqueza adueñándonos de bienes que han sido dados para todos y utilizándolos tan sólo para mí o ‘para los míos’. Es tener el pan a base del sudor del otro o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor amargura o sufrimiento, en una familia o en una sociedad corrupta, es el pan que se le da de comer a los propios hijos”, dijo el Papa.
Entre los asistentes a la ceremonia de este domingo se encuentran: el gobernador Eruviel Ávila y su familia; el alcalde Sergio Díaz y autoridades de la Diócesis de Ecatepec.
En la misa participan 150 Obispos y 3 mil sacerdotes que concelebran con el Pontífice, al igual que 200 cantantes de la Diócesis, acompañados de la Orquesta Sinfónica del Estado de México.