Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

Pero, el espectáculo atrajo a más de mil jóvenes fans de Ramón Mejía “Perro Zompopo”, algunos vecinos del sector de la Iglesia San Francisco, criticaron el gigantesco andamiaje ocupado para el concierto del sábado 15 de enero 2011, temiendo que los techos de las casas caigan sobre los moradores, debido al poderoso estruendo de los parlantes. Eso no sucedió y vimos a los vecinos sentados en las puertas de sus casas, disfrutando tranquilamente el concierto, ya entradas las 12 de la noche.
Culpan al Alcalde

Agregó que los ruidos del espectáculo de “Perro Zompopo” perjudica, en la noche, la tranquilidad de este lugar. Los vecinos se vieron obligados a quitar los carros “para evitar un daño mayor”, manifestó Malespin.

“Perro Zompopo” entró a Granada por la puerta grande
“Perro Zompopo” entró a Granada por la puerta grande, ya que fue autorizado por la Alcaldía, Policía Nacional y la Iglesia Católica, para presentar su último video y dar un concierto frente a uno de los templos católicos mas antiguos de la Gran Sultana.

Los organizadores, según Espinoza, coordinaron con el Padre Mario Campos, representante de la Diócesis de Granada. La actividad estuvo dirigida a lanzar el video del último disco de Ramón Mejía “Perro Zompopo”, cantautor nicaragüense, del clan de los Mejía Godoy.

En el evento actuó un colectivo de jóvenes. La actividad inició a las 9 de la noche y llegó hasta la madrugada del domingo 16 de enero 2011. Salvador dijo que coordinaron con el vecindario, que se asustó bastante por el gran montaje de estructuras (torres, escenario, proyectores, etc.), pero finalmente, según lo que vimos, la gente aceptó tranquilamente el concierto, sentados en las puertas de sus casas, al estilo granadino.
“Perro Zompopo”, luego de presentar su video-éxito, dio su concierto, en un ambiente donde predominó el cariño, el respeto, la decencia, el entusiasmo y exigencia de una juventud que admira al cantante y compositor, sobrino de los también cantautores Carlos y Luís Enrique Mejía Godoy.

El artista, vistiendo de lo más humilde, con camiseta descotada, el cuerpo tatuado, pantalón jeans descolorido, atendió solicitudes de sus temas románticos, que cantó y muchos, que conocían la letra, lo acompañaron. Incluso, Ramón invitó a una joven granadina a compartir una canción, sentada a su lado. La muchacha, ni corta ni perezosa, subió al escenario y se sentó al lado de Mejía, llegando hasta reposar su rostro, tiernamente, en el hombro de “Perro Zompopo”. El set de románticas predominó el sonido sabroso de la guitarra acústica, al estilo country music de Bob Dyland.
Luego vino la parte que, quizás, no fue de mucho agrado para los vecinos, por el estruendoso sonido electrónico de la música rock, creaciones propias de “Perro Zompopo” que no dejaban de asimilarse a legendarios grupos clásicos del Rock pesado como “Grand Funk”, “The Who”, “The Cream”.

Llamó la atención que en el concierto el gran ausente fueron los teenayers, que en cualquier parte del mundo no se hubiera perdido tan hermoso y atractivo espectáculo. Quizás tuvo que ver un poco la hora y lo conservadora que es Granada, o el desconocimiento del artista en la Gran Sultana. Se notó la asistencia nutrida de jóvenes de 20 a 30 años, de ambos sexos.
La verdad es que, en la actualidad, muchos adolescentes gustan mucho de temas roqueros y bachateros. Quizás, un concierto en el día, en un lugar como el Estadio, pueda atraer a muchos adolescentes granadinos y de las vecinas ciudades de Masaya, Carazo y Rivas.