Paul Oquist, Secretario Privado del Presidente Daniel Ortega, en conferencia magistral sobre Río San Juan

 

El doctor Paúl Oquist, Secretario Privado del Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, impartió magistral conferencia sobre los diferentes aspectos históricos y jurídicos que dejan bastante claro que el Río San Juan es 100% nicaragüense.

 

Oquist habló ante mas de 200 personas, la mayoría de filiación del partido de Gobierno, a quienes mostró con mapas, leyes, tratados y laudos que Costa Rica esta muy mal porque se esta dragando el Río San Juan, para permitir la libre navegación de nuestras naves, sin estorbos de bancos de arena.

 

Insistió en que el dragado, que se hace con una draga muy pequeña y artesanal, permitirá que las aguas del río no se desvíen por el río Colorado, de los ticos, sino que siga su curso normal hacia la desembocadura del mar.

 

Las naves nicaragüenses, sobre todo en verano, tienen problemas para navegar, debido a los bancos de arena que se crean, por eso de que el río fue desviado por actuación tica, de su cauce normal para darle agua al Colorado y explotar hasta más no poder el turismo, a costa del San Juan.

 

Oquist cita la Constitución Política de 1825, en su artículo 15, en la que Costa Rica “reconoció que el Partido de Nicoya, al igual que Río San Juan, pertenecían a Nicaragua”.

 

Con el diferendo, de que Costa Rica “estaba ocupando Guanacaste y Nicoya. Había una serie de tratados (1838, 1846, 1848, 1854, 1867), que no esclarecieron la situación, porque ninguno de esos tratados fue ratificado por los dos congresos”.

 

 

Paul Oquist, en un esfuerzo por enfocar los antecedentes históricos jurídicos internacionales del diferendo con Costa Rica, habló del choque de intereses de dos grandes potencias; Inglaterra y Estados Unidos. La primera reinando en los mares y la segunda expandiéndose en América.

 

Inglaterra tendía hacia Costa Rica y Estados Unidos hacia Nicaragua. “Porque los ingleses ocupaban la mosquitia, y las relaciones entre Gran Bretaña y Nicaragua eran pésimas”, expresa el conferencista al tiempo que muestra un antiguo mapa de referencia al territorio aludido. El protectorado británico de la Mosquitia iba del Cabo Gracias a Dios hasta Money Point.

 

 

El doctor Paul Oquis citó el artículo 6, del Tratado Cañas-Jerez, “dice que Nicaragua tiene el dominio y sumo imperio de las aguas del río San Juan, desde que sale del Lago Cocibolca hasta la desembocadura en el Atlántico”.

 

En 1858, cuando se firmó el tratado aludido, “no existía una cartografía exacta en la desembocadura del río San Juan, en la bahía de Greytown o de San Juan de Nicaragua. Ese es un delta, donde hay diferentes caños, canales que salen y cambian con el tiempo. Los ríos se mueven, más en las deltas de los ríos”.

 

Sin embargo, expresa Oquist, “se había señalado un punto de partida que se llama Punta Castilla, sitio inicial de la demarcación de la mar Caribe, según el Tratado, que quedaba al lado sur de Harborhead (cabeza de la bahía), de Greytown”.

 

Al seguir la controversia, sobre el artículo 2 del tratado Jerez- Cañas, “las dos partes se pusieron de acuerdo de pedir un arbitraje, por parte del Presidente de los Estados Unidos, Grover Clevelan, lo que se realizó en 1888”.

 

La controversia seguía porque no se definía claramente la frontera. “Entonces, el general Alexander, que había servido en la Confederación en la guerra civil norteamericana, llegó en 1897 y 1898. Como ingeniero, hicieron trabajos por el lado del puerto”

 

El laudo de Alexander dice que “la línea divisoria debe comenzar como dice el tratado, en Punta Castilla, donde hay un mojón, queda al lado este de Harborhead, de lo que había sido la bahía, la que se va cambiando con el tiempo”.

 

La fuerte sedimentación “va cambiando el curso de los caños”, indica Oquist. Agrega que “el promedio de agua que sale al Caribe, por el lago de Nicaragua, son 500 metros cúbicos por segundo, en invierno llega a 800 metros cúbicos por segundo”.

 

Relata que en algún momento estaban los ingleses y las autoridades nicaragüenses en Greytown, estaba Vanderbilt, de los norteamericanos, en Punta Arenas, donde llegaban los barcos de Estados Unidos a cargar.

 

 

El doctor Paul Oquist, manifestó que el fallo de La Haya, del 13 de Julio del 2009, ratificó “el sumo imperio de Nicaragua sobre río San Juan. Eso quiere decir que Nicaragua tiene plenos derechos sobre el río San Juan”.

 

Explico el Ministro Secretario del Presidente Ortega, que el conflicto se ha desarrollado cuando “el 22 de octubre, el Gobierno de Costa Rica, envió una nota de protesta por el trabajo de limpieza del caño, donde hay 300 hombres con pico y pala, limpiando el caño y por el dragado del canal del río, con la draga Soberanía”.

 

El 6 y 7 de noviembre, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) visitó Nicaragua, quien recomendó “que se reuniera la Comisión Binacional, para tratar con carácter urgente, aspectos de la agenda bilateral, retomar inmediatamente las conversaciones sobre la demarcación (amojonamiento conforme los tratados y laudos existentes)”.

 

Oquist indicó que el canciller Castro, de Costa Rica, dijo, el pasado jueves 18 de noviembre 2010, que “no va haber conversaciones bilaterales, mientras haya tropas nicaragüenses en la zona”.

 

Oquist dijo que “la posición de Nicaragua es que no pueden obligar, ni sugerir siquiera, que se retiren tropas nicaragüenses de territorio nicaragüense. Ese es derecho soberano de Nicaragua”. En el amojonamiento “se estaba trabajando desde mediados de los años 90 al 2004. Se hicieron buena cantidad de mojones, pero Costa Rica solo reconoció y firmó algunos”.

 

Dijo el doctor Oquist que “el planteamiento de Nicaragua es que la solución es el amojonamiento para cuentas claras, porque mucha parte de la frontera no tiene amojonamiento”.

 

 

El doctor Paul Oquist, valoró que la actuación de Nicaragua en el combate al narcotráfico ha sido muy exitosa. Igual situación consideró en lo referente al crimen organizado y “las maras” que  “aquejan a Honduras, el Salvador y Guatemala”.

 

“Nuestra frontera norte nos defiende de la plaga de “las maras” y nuestra frontera sur, es clave, en cuanto al control del narcotráfico. Si se retiran las tropas de la frontera, el narcotráfico va estar en su agosto”, concluye Oquist.

 

 

La actitud de la OEA, tendiente a favorecer el expansionismo tico, bien pudo ser obra de una gran potencia que “estaba detrás de la OEA”, según razonamiento que hizo Paul Oquist en el Convento de San Francisco el viernes 19 de noviembre.

 

Oquis dice que en la OEA se percibió “un despelote” y una actuación confusa de la OEA. Particularmente “el mismo Secretario de la OEA dice que si quieren votar ahora, tiene que ser por dos tercios, si quieres votar la semana próxima tiene que ser mayoría simple. Pero él había dicho antes que si querían tener una votación, tenía que ser esa misma noche”.

 

Esto lleva a Oquist a pensar “que una gran potencia esta detrás, presionando, para sacar eso esa misma noche. Y, también dijo que si votaba con la mayoría calificada de los dos tercios, no contaban los votos de las partes en la disputa. Después él definió, los dos tercios, como 21, pero los dos tercios realmente son 22 y después contó Costa Rica como el voto 21, cuando habían dicho, 20 minutos antes, que si votaban esa misma noche, los votos de las partes no contaban”.

 

Nuevamente concluye el especialista gubernamental que “entonces el voto era amañado, no cumplía con los requisitos de la misma OEA. Ese gran afán, ese gran apuro para aprobar esa resolución”.

 

Esto llevó al Presidente Daniel Ortega a no reconocer esa decisión “porque se hizo en violación a los reglamentos de la misma OEA”. 

 

 

Todo el asunto del río ha llevado a emitir una orden de captura contra el comandante Edén Pastora Gómez, “acusándolo de usurpación de bienes, del dominio público, infracción a la Ley Forestal costarricense, según el Ministerio Público de Costa Rica”.

 

Además, los ticos presentan una demanda contra Nicaragua “por violar su soberanía y daños ambientales. También hablan de aplicar la Convención Ramsar, sobre los humedales, demandando medidas cautelares para frenar trabajos de los nicaragüenses, para evitar mayor daño a los humedales de la Isla Calero, que forma parte de un Refugio de Vida Silvestre, que además esta protegido, desde 1996, por la Convención Ramsar”.

 

La mencionada convención, se le llama así, por ser firmada en la ciudad iraní de Ramsar, que protege a los humedales en el mundo. Costa Rica también denunció a Nicaragua ante la Secretaría de la Convención Internacional Ramsar.

 

La idea de los ticos, es trasladar un tema de soberanía plena de Nicaragua sobre el San Juan y áreas limítrofes, en un problema ambiental y ecológico. Oquist critico el manejo que dos rotativos nacionales nicaragüenses dan al tema, considerándolos “lamentables, porque Nicaragua ha demostrado una unidad nacional ejemplar, para defender la soberanía nacional. Para defender el río San Juan”.

 

Oquis destacó la unidad de los diferentes poderes del Estado, respaldando la posición de Nicaragua. El jueves 18 de noviembre 2010, se unieron a este concierto unitario patriótico los ambientalistas nicaragüenses, al respaldar la posición de Nicaragua.

 

Los ambientalistas rechazaron las acusaciones costarricenses y “señalaron que el país que causa los daños ambientales en el río San Juan, en la Bahía de San Juan del Norte, es Costa Rica. Nosotros sufrimos las consecuencias de las acciones ticas y de la forma de desarrollo de Costa Rica, en esa zona”.

 

Regresando a lo del manejo de los principales medios escritos de Nicaragua, el doctor Oquist, dijo que Nicaragua, el Presidente Ortega, ha sido de la posición de que la OEA no es la instancia correcta para ver el problema limítrofe, “sino que se debe llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia, en La Haya”.

 

Los dos principales rotativos nicaragüenses, dan un enfoque de la situación de Nicaragua ante la OEA como una derrota de Nicaragua y una victoria para Costa Rica, lo que es equivocado, según expresa Oquist.

 

“Queremos ventilar el caso en la Corte Internacional de Justicia. Eso no es una derrota, eso es lo que queremos, de que se haga de acuerdo al derecho internacional”, expresa el juristas.

 

 

La Reserva Natural Los Guatuzos, que son humedales, están sometidos desde hace buen tiempo a la contaminación por parte de Costa Rica. Aunque Costa Rica dice “que quiere proteger a los humedales”.

 

La verdad, detrás de todo esto, lo que realmente ha despertado en Nicaragua, es la actuación desastrosa del mal llamado desarrollo de la auto llamada “Suiza de Centroamérica”. Los ticos lanzan sedimentos contaminantes a sus ríos, que arrastran hacia el San Juan fertilizante, agroquímicos, pesticidas, insecticidas, que pasan a los humedales de “Los Guatuzos”.

 

El problema es que Costa Rica lleva adelante un sistema de agricultura intensiva, con plantaciones de cítricos, bananos y otros tipos de grandes plantaciones. Los sedimentos desembocan en el lago de Nicaragua y en el río San Juan, agregándose la erosión y arrastre de los suelos volcánicos, debido a que la cordillera volcánica costarricense se ubica en esa zona.

 

Oquis refiere que en 2007 se construyeron diques de contención sobre el río Niño, para obstruir el paso de agua a la laguna de Uvas, territorio nicaragüense. Y, construyeron canales para desviar las aguas de la laguna La Uva, en la Reserva Los Guatuzos, utilizando esta agua para riego de árboles frutales y para aguar ganado de territorio costarricense.

 

En el mismo año (2007), el ejército y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), entraron “y desbarataron esas obras que se habían realizado en territorio nicaragüense. La desviación de las aguas, redujo la laguna de La Uva, de 900 hectáreas a 30 hectáreas. Por eso el ejército y MARENA, intervinieron”, expresa Oquist.

 

Como si fuera poco, después de su destructora obra sobre La Uva, Costa Rica “también ha represado el río Papaturro, reduciendo el agua que llega a los humedales de la Reserva natural los Guatuzos. Y Costa Rica va a ir a la Haya para acusar a Nicaragua de dañar a humedales”, lo que no deja de arrancar risas a los presentes.

 

La verdad, según Oquist, es que Costa Rica lleva años dañando humedales, mientras los humedales de Nicaragua están en la reserva Indio Maís, bajo resguardo del ejército, “tratando de reducir los puntos calientes en esa reserva, que ha reducido en 40% y más éxito han tenido en Bosawas, donde los han reducido en 60%, pero siempre hay una presión de colonos tratando de meterse en las zonas de reserva”.

 

Mientras Nicaragua defiende las reservas biosferas y los humedales, Costa Rica hace mucho daño a estas preciosas reservas naturales nicaragüenses y las del mismo vecino del sur.

 

 

La sedimentación que lanza Costa Rica hacia el San Juan afecta, según el doctor Oquist, la vida silvestre, la biodiversidad acuática y la navegación. En 1958-1960, en el ramal del río Colorado, en un Canal llamado Tortuguero, “Costa Rica desvió aguas del río San Juan para hacer un canal intercostero que entra a Barra del Colorado y Puerto Limón. Como tenemos nosotros entre laguna de perlas y Bluefields”.

 

Oquist trajo a colación que cuando los tratados el ahora río Colorado era el caño Colorado. Indico apuntando en un mapa, el cambio de caudal que experimentó el Colorado, al ser dragado para desviar las aguas del río San Juan.

 

Oquis llega a una fatal conclusión: “Si no se hace el dragado, si se deja que la sedimentación siga, el río San Juan muere y el agua toda va ir por el río Colorado. Entonces es absolutamente necesario despejar el tapón en la Bahía y empezar a fluir el agua. Así Nicaragua cumple con su responsabilidad legal de garantizar la navegación en el río”.

 

 

Paul Oquist, siguió despejando la panorámica ambiental que Costa Rica ha pretendido endosar a Nicaragua, con una acusación que solo podemos calificar de insólita, ante el tribunal internacional de La Haya.

 

Oquist deja bastante claro que el real contaminante ambiental, es el “desarrollado” Costa Rica. Puso como ejemplo de esta nefasta situación ambiental producida por Costa Rica, desde la tristemente célebre mina de oro “Las Crucitas”.

 

Oquist identifica “mucha controversia sobre esa mina de oro, que queda muy cerca de la frontera con Nicaragua. Ya hicieron daño. El día que el Gobierno de Oscar Arias aprobó la Mina Las Crucitas, cerca del río San Juan. Entró una empresa canadiense a cortar los árboles para formar su campamento”.

 

 

La Corte Suprema de Costa Rica paró el plan minero de Las Crucitas, desde la Sala Constitucional. Los problemas de la mina son los deslaves, colapsos de represas, inundaciones, erosiones de suelos, contaminación de metales pesados como el mercurio y cianuro, que se utilizan en la producción del oro, según el doctor Paul Oquist.

 

Toda esta situación ambiental y de envenenamiento de la biodiversidad termina dañando la salud de la población ribereña del San Juan, por los químicos en el agua. La mina esta a unos 8 kilómetros de la frontera de Nicaragua.

 

Se considera que las autoridades costarricenses “no han colaborado” para resolver el problema de la mina Las Crucitas, aunque el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA), ya hizo un estudio del agua de la línea de pase, para poder responder a Costa Rica, en caso de que siga con ese flujo de contaminación.

 

“Mi opinión personal, no es cuestión de gobierno, es que si los costarricenses piensan que tienen las de ganar, sobre los temas ambientales, están metiéndose en un tema muy interesante para Nicaragua, porque es visible, medible y verificable los daños que Costa Rica está causando al río San Juan”, concluyó Oquist.