Así pensamos
Granada, Nicaragua
Por Augusto Cermeño
Fotos: tomadas del Facebook PLI
Militantes del partido de oposición PLI, se jugaron el todo por el todo por mover a los granadinos a una manifestación en la que exigieron “elecciones limpias” y hasta comida, logrando apenas reunir un pequeño grupito que no pasó de 60 personas.
Las fotos publicadas en el Facebook del PLI son más que elocuentes, hablan por sí mismo, donde se pueden contar con los dedos de la mano a cada uno de los manifestantes provenientes de Diriomo, Diriá, Nandaime, Granada y hasta de Managua.
En las fotos se ve clarito el nivel bastante bajo de asistencia, de convocatoria, que tuvo el partido “más grande” de oposición al Gobierno del comandante Daniel Ortega y Rosario Murillo, del FSLN, donde los lideres no se ven muy felices de su alcance y capacidad movilizativa.
Pero ¿realmente hicieron la fuerza?, como que no, pasaron días enteros planeando, convocando y hasta perifoneando el día entero y la gente los vio como si en realidad no existiesen. Me parece que les hace falta banderas más convincentes para convencer a un pueblo cansado de peroratas, que ya ha visto pasar a este tipo de partidos por largos 16 años desgobernando Nicaragua, sin dar una sola muestra de esa “democracia” que dicen ostentar y aplicar.
No hace falta describir todo lo que pasó en esos 16 años en que Nicaragua sufrió grandes atrasos, mientras que el actual Gobierno del Presidente Ortega, ha logrado ir calando en temas, en obras, que van calando profundamente en los corazones de los nicaragüenses. Si alguien dice que hay descontento, es seguro que más de un descontento hay, pero es bastante claro que la oposición no convence y su liderazgo es casi inexistente o deja mucho que desear eso es más que visible.
Las caras de dirigentes como el banquero Eduardo Montealegre, iban semi oculta, como avergonzado de la respuesta dada por Granada. En otras movilizaciones lo hemos visto saludando, estrechando manos y dando abrazos, pero esta vez no fue así, se ocultó.
Eso sí, la movilización se desarrolló de manera cívica y pacífica, no hay que negarlo, pero, a las puertas de unas elecciones y con tantas “banderas” que han intentado levantar, la respuesta del pueblo es un gran ¡NO!