Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño

Juan Carlos Jaime Aguilar, de 22 año, salió de la fábrica acompañado de unos amigos en busca de divertirse un rato en Asese. “Se fue a pasear con esos amigos, el sábado, y al llegar el domingo no aparecía”, expresa Guadalupe Aguilar, hermana del ahora difunto.
Los familiares lo anduvieron buscando, preguntando dónde estaba, porque los amigos no dijeron nada de la desaparición de Juan Carlos. La policía y el médico forense llegaron a la casa de los hermanos del desventurado joven informando de su deceso.
Informaron que lo encontraron el domingo flotando y arrastrado por corrientes lacustres. Los familiares preguntaron al forense si se habían detectado señales de violencia en la humanidad de Juan Carlos, y respondieron negativamente. No encontraron señales de un acto criminal.
La policía, según Aguilar, seguirá investigando va citar a todos amigos de Juan Carlos para que dé su versión de los hechos. La familia hasta ahora, esta satisfecha de la versión dada por la policía y el forense.
Juan Carlos fue enterrado el domingo a las 11 de la noche, debido a que estaba ya en proceso de descomposición. Juan Carlos deja un niño en la orfandad.