10 octubre 2024

Nueva York deroga la Ley que prohibía bailar

AFP

8601063766c31efba085a67ba91ed85eNueva York derogó una ley municipal aprobada hace casi un siglo que prohibía bailar en bares, restaurantes y discotecas sin un permiso especial casi imposible de conseguir.

La «ley del cabaret», de 1926, fue derogada por 41 votos contra uno el martes minutos después del atentado que dejó 8 muertos y 12 heridos en Manhattan, informó a la AFP el joven concejal demócrata de Brooklyn Rafael Espinal, que lideró la lucha para enterrar esta normativa.

El alcalde Bill de Blasio, que apoya la derogación, tiene 30 días para ratificar la decisión, que comenzará a regir 60 días después.

Espinal y grupos de activistas como la Red de Liberación del Baile aseguran que la ley ha sido utilizada históricamente para cerrar establecimientos donde se congregan minorías, desde negros y latinos a la comunidad LGBTQ.

Los concejales decidieron no obstante mantener los artículos que requieren que los locales bailables cuenten con cámaras y guardias de seguridad, que serán incorporados al código de seguridad pública.

«Nueva York está corrigiendo un error histórico», dijo Espinal, exultante tras la derogación, en un comunicado. «Durante casi un siglo, la ley del cabaret ha tenido como blanco a grupos específicos, ha atemorizado a músicos y a negocios y socavado la vitalidad cultural de Nueva York», afirmó.

Menos de 100 de los más de 22.000 bares, restaurantes y discotecas de Nueva York tienen este esquivo permiso, que solo se obtiene tras kafkianos trámites y un sinfín de medidas de seguridad demasiado caras para pequeños comerciantes.

Inicialmente, la «ley del cabaret» fue aprobada para limitar el consumo ilegal de alcohol durante la Prohibición, aunque según historiadores su verdadero objetivo era el cierre de los bares de jazz de Harlem en los años 30, 40 y 50 para evitar que blancos y negros se mezclasen.

En los 70 y 80 fue usada para cerrar establecimientos frecuentados por la comunidad LGBTQ que luchaba por sus derechos civiles. En los 90, el alcalde Rudy Giuliani la utilizó a destajo para controlar la bulliciosa vida nocturna en su meta de «limpiar» Nueva York.

Últimamente se usaba poco, pero sus detractores dicen que era utilizada como una excusa para cerrar locales donde se congregan minorías, desde negros y latinos a la comunidad LGBTQ.

Además del fin de la ley, Espinal logró recientemente la creación de un nuevo cargo: «alcalde de la noche» de Nueva York, un intermediario entre los bares, los vecinos y la ciudad -a semejanza del que existe en Amsterdam- que debe luchar por preservar esta fuente millonaria de ingresos.

El alcalde ratificó en septiembre la ley que creó este nuevo cargo en un festivo evento en una discoteca de Brooklyn donde tocaba Marky Ramone, el baterista del legendario grupo punk The Ramones.

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