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Nicaragua presentó una propuesta para financiar las políticas para enfrentar y mitigar el cambio climático, durante la reunión de consulta informal ministerial preparatoria sobre la Conferencia de las Partes (COP-21), que se desarrolló en París, Francia entre el 20 y 21 de julio, informó el Secretario Privado de la Presidencia para Políticas Públicas, Paul Oquist.
La propuesta consiste en implementar el mismo consenso del mecanismo existente en el desarrollo sostenible, el cual establece un aporte del 0.5% del PIB de los países desarrollados.
Oquist señaló que durante su intervención en la reunión, Nicaragua resaltó la falta de voluntad política que ha existido por parte de los países desarrollados para cumplir con sus compromisos financieros, añadiendo que si no lo han cumplido en el desarrollo sostenible, qué nos haría pensar que cumplirán en cambio climático.
“También llamó a los países a que asuman y cumplan con la transferencia de la tecnología, medios de implementación para que países como Nicaragua que es un país vulnerable pueda destinar fondos a proyectos de adaptación”, indicó Oquist.
En la reunión, presidida por el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, se convocaron unos 60 jefes de delegaciones con rango de ministros.
Los temas discutidos principalmente fueron diferenciación y ambición. Según Oquist, la mayoría de los países coincidieron en la necesidad de lograr un acuerdo que sea ambicioso, transparente y diferenciado, “en el que todos asumen un compromiso para poder reducir la emisión de gases invernaderos y evitar que el calentamiento global pudiera llegar a 2 grados Celsius”.
“Durante la consulta los países desarrollados reconocieron que el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas con las capacidades respectivas sigue vigente, también manifestaron que era necesario que los países en desarrollo asumieran responsabilidades como las Intenciones sobre las Contribuciones Nacionales”, explicó Oquist.
Señaló que países del G77, entre los que destacan Egipto, Bangladesh, India, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, «resaltaron que estas negociaciones deben ser guiadas por el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas”.
Sobre el tema de la diferenciación, países como Arabia Saudita, Nicaragua, China y Brasil concluyeron que la diferenciación parte de la responsabilidad histórica y que el Principio de Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas sigue siendo la piedra angular de las negociaciones del Cambio Climático.
Sin embargo, países desarrollados como Japón, Estados Unidos y Canadá, expresaron que ellos reconocen al Principio de Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas, más en cuanto al aspecto de las finanzas, existen compromisos que todos deben asumir por igual en cuanto a las rendiciones de cuentas, transparencia y revisión y seguimiento de sus compromisos, que un buen paso son las Intenciones sobre las Contribuciones Voluntarias.
“Todos los países reconocen que esta diferenciación pueda cambiar y lo más importante es que esta diferenciación no se aplique para categorizar en países desarrollados y en desarrollo y que otros hagan más y otros menos, aunque Brasil recordó de la deuda histórica que existe de los países desarrollados”, comentó Oquist.
En el tema de ambición todos los países coincidieron en que la transparencia y la rendición de cuentas, serán las garantías para tener éxito en la próxima Cop 21, sin embargo para poder evitar el calentamiento global a menos al 2 grados Celsius, los países se tendrían que concentrar en la mitigación, la adaptación y los medios de implementación.
“Todos coincidieron en que es necesario lograr un acuerdo legal vinculante que permita establecer las bases para acordar un periodo antes del 2020 y posterior al 2020 y que el mensaje que se debe mandar al público, sería que todos los países se comprometieran a reducir sus emisiones de gases de manera colectiva a fin de salvar la madre tierra”, concluyó Oquist.