Departamental
Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
La jovencita Cecilia Isabel Henriquez Gallo, vino de los Estados Unidos a celebrar con los niños de Caña de Castilla, en Granada, el nacimiento de Jesús, repartiendo a los niños de esa comunidad rural granadina juguetes y alimentos.
Cecilia, a sus quince años, ganó recientemente un concurso de belleza Miss Teen de La Carolinas (norte y sur) de Estados Unidos, dejando plasmado, de esta forma, su voluntad de ayudar a los niños y niñas pertenecientes a un sector de escasos recursos económicos en el país (Nicaragua) de sus padres y abuelos.
Relata que esta acción social no es “únicamente algo que debo hacer como Reina de Belleza, sino que es algo que nace en mí y deseo ayudar con amor a los niños de Nicaragua, de Granada, de Caña de Castilla, donde nacieron mis padres y abuelos”.
Los padres de Cecilia, son Emilio Henriquez y Cristina Gallo Cermeño, originarios de Granada. Siendo sus abuelos don Dionisio Gallo Morales y doña Cecilia Cermeño de Gallo, actualmente residentes en Caña de Castilla, Granada, Nicaragua.
Trabajando como traductora de Cecilia, su madre, Cristina Paula Gallo Cermeño, dijo que la adolescente “primero empezó en una escuela de modelaje y que después hubo la oportunidad de participar en un concurso para reina de belleza, donde compitió y ganó la corona de las dos Carolinas”.
Ella primero era Miss Teen del Estado de Carolina del Sur y eligen Miss Teen de las dos Carolinas. “Ella quedó en segundo lugar, pero como tiene un título, queda como reina de la ciudad de Miss Palmerol Teen”.
Cecilia “ahora va para el concurso de Miss Norteamerican Teen National, de los Estados Unidos. Va para la competencia de la segunda corona, que es la Nacional, en junio del 2018”.
Las soberanas Teen, tiene como requisito, “ayudar a los demás, a la comunidad, a realizar obras sociales y representar como reina Teen al Estado. Ella vino a ver a sus abuelos y también debe hacer obra social, y nada mejor que el lugar de sus padres, Caña de Castilla, donde hay más necesidades que en el mismo Estados Unidos, donde también hay muchas necesidades, hay gente pobre, pero, obviamente, Nicaragua es un país más pobre”.
Según Cristina, “ella me dijo: mamá, yo quiero ayudar, ayudar, yo quiero ir, para ir haciendo parte de mi obra social”. Al referir a su experiencia de ayuda a los niños y niñas de Caña de Castilla, dijo que esto le ha servido para ser más humilde y no solo pensar en lo de ella, sabiendo que hay otros que necesitan más que ella”.
Cristina siente que “está haciendo su trabajo como debe ser, con amor y con la razón, con la necesidad de ellos, por lo menos sentir que ayudó a alegrar a esos niños y niñas”.