Internacional
Por Chantal Da Silva – NBC News
2 de abril 2024
El personal de un centro médico de Rafah afirma que ya no ve «bebés de tamaño normal». Se debe, dicen, a «la desnutrición, la deshidratación y el estrés” de las embarazadas que deben sobrevivir los ataques israelíes y el bloqueo de agua potable y comida.
Cuando Mai Kamal Zaqout supo que estaba embarazada en diciembre, ella y su marido, Ahmad, sintieron algo que no habían experimentado en muchas semanas en Gaza: felicidad, un rayo de optimismo en medio de la devastación y la desesperación provocada por la guerra.
Zaqout, de 22 años, contó que Ahmad le puso la mano en el vientre y le dijo: “Ella es nuestra última esperanza”.
Pero en pocos meses, esa esperanza se hizo añicos.
Ahmad, de 29 años, murió en un ataque aéreo. Entonces Zaqout huyó hacia el sur, a Rafah, donde más de un millón de personas han buscado refugio, con la esperanza de dar a luz a su hija en condiciones seguras.