EFE
No votar por Donald Trump sería «traicionar nuestra herencia». Así argumentó esta semana David Duke, antiguo líder del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan (KKK), su apoyo al magnate inmobiliario en su carrera hacia la Casa Blanca, pese a que el propio multimillonario lo ha rechazado.
Duke, quien fuera el guía de los Caballeros del Ku Klux Klan en Estados Unidos, insistió a sus seguidores para que dieran su voto a Trump y les pidió que incluso se alistaran como voluntarios para su campaña, porque encontrarían afinidades.
El precandidato republicano Marco Rubio rechazó indignado el apoyo a Trump por el exlíder del Ku Klux Klan. (KKK) a su campaña.
«Están pidiendo a gritos, voluntarios -instó Duke en un discurso dirigido a los simpatizantes del KKK-. Vayan allí, conocerán personas con la misma mentalidad que ustedes».
«No estoy diciendo que esté de acuerdo con todo lo relacionado con Trump. De hecho, yo no lo habría apoyado formalmente. Pero sí apoyo su candidatura, y sostengo votar por él como una acción estratégica.
Su reiterada retórica antiinmigrante, la promesa de construir un muro en la frontera con México y su propuesta de prohibir la entrada a EE.UU. a los musulmanes, le ha granjeado gran cantidad de adeptos entre los grupos más xenófobos.
Coincidiendo con estas declaraciones, un grupo de acción política alineado con el nacionalismo blanco anunció también su respaldo al aspirante republicano y comenzó una campaña telefónica en el estado de Vermont a favor del magnate.
En diciembre, Rocky Suhayda, el líder del Partido Nazi Americano, aplaudió el plan del precandidato presidencial republicano para impedir que los fieles del islam pisaran suelo estadounidense de manera temporal frente a la amenaza del terrorismo yihadista.
Y Andrew Anglin, editor de la página web neonazi The Daily Stormer, escribió un texto titulado «Heil Donald Trump, el último salvador», en apoyo a esa propuesta.