Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
El líder comunitario Jaime Almanzor Caldera, denunció ante las autoridades de policía, que fue objeto de agresión por una turba de 30 jóvenes que jugaban frente al Centro de Votación de “Los Gorrioncitos” en el Reparto El Rosario.
La denuncia de Jaime Almanzor ante LA VERDAD y ante las autoridades de policía, él, junto con su hijo Richard, de 16 años y un amigote nombre José Enriquez, fueron a verificarse como “una obligación ciudadana”, dejando estacionado el vehículo que conducía, frente al mencionado lugar.
En la calle, unos 30 muchachos jugaban, y le dijeron a Jaime que no estacionara el vehículo porque estaban jugando. Jaime les manifestó que las calles son para la circulación vehicular y que no pueden obligarlo a sacar el vehículo de la calle.
Los muchachos se molestaron y “uno de ellos me agredió, al que le dicen “El Bandido” y tanto el agresor como el resto estaban ebrios. También participó en la agresión un tal “Yogui” y un “Chuqui”.
El hijo de Jaime, al ver que atacaban a su padre, entró en su defensa, pero el grupo era grande y el joven Richard José Caldera Hernández se corrió, siendo perseguido por la turba, propinándole tremenda golpiza, con puños y puntapiés en el abdomen y todo el cuerpo, según relató a LA VERDAD, Jaime Almanzor.
Los agresores oscilan en las edades de 20 a 25 años, identificados como vagos en el sector aludido, según Jaime Caldera. Lo peor de todo es que en el lugar había presencia policial, pero no intervinieron, según Caldera.
Los vecinos del lugar “dicen que ya no aguantan a los vagos violentos que se han posesionado de las calles. Ya puse la denuncia en el Ministerio Público y el lunes voy al médico forense porque el golpe que me dieron fue en el brazo donde tengo una platina con tornillo, ya que soy discapacitado”.
Jaime dice haber logrado capturar a uno de sus agresores, identificado como Gerald Martín Gutiérrez. Jaime esta preocupado por la violencia desatada en su contra cuando fue a verificarse y piensa que a como van las cosas “nadie va a llegar a votar”.
Considera que la policía debió prohibir la jugadera, para garantizar seguridad a los ciudadanos que llegaban a verificarse.