Alaska
Por: Juan Roblero
La familia en Nicaragua ha perdido mucho valor espiritual, hay poco respeto por la gente mayor, por el maestro y el ser caballero se volvió un mito en estos días; ¿todos somos “iguales”?. Anatómicamente somos diferentes, mentalmente diferenciamos mucho también y cada uno tiene una tarea especifica en esta sociedad nos guste o no. La tarea femenina dentro de un hogar es de capital importancia, aunque ella piense que es una esclava del hogar, esto en mi opinión está fuera de lugar. Hombre y mujer como uno solo tienen derechos y obligaciones que cumplir, y más aún con los hijos cuando llegan, por eso se unieron, para tener un “futuro”. Del hombre depende la Fortaleza, la seguridad de la familia, la mujer es la encargada de mantener la unión y comunicación entre todos.
Representa la comprensión y el amor, esto, hace más unida a la familia, la mujer reafirma esa fortaleza. ¿Qué sucede al faltar uno de ellos? El hogar va a la deriva, los niños son arrastrados por vientos negativos en la vida y en su vivir, crecen y se desarrollan con rencor y puedo decir que hasta odio por aquellos que los engendraron.
Nicaragua está llena de frustraciones debido a la mala educación o formación en los primeros años en la vida de un infante, muchas cosas las aprende en las calles a través de gente ignorante o pervertida. ¿Cuántos de ellos viven el mundo de la delincuencia?, ¿cuántas niñas son brutalmente convertidas en mujeres a los diez años?, ¿cuántas madres hay de doce a quince? ¿Cuántas han abortado a esa edad?
¿Qué programas tiene el gobierno para este tipo de problemas?, problema vital para nuestra sociedad. Observamos a diario a un chavalo y/o chavala con un vaso de pega o una bolsa de licor en sus manos, niñas que se entregan por la falta de recursos en su hogar y por salir del miserable mundo en que se desenvuelven, mundo hostil, creado por nuestros políticos por la ambición y al poder de someter. No obstante la clave está en el seno familiar que es el sitio donde el niño aprende sus primeros pasos hacia la vida. Hemos permitido que nuestros hijos sean ultrajados por quienes viven de su desgracia los cuales los incitan a pedir, robar y hasta matar al venderle la droga en todos sus géneros. Debemos enseñarles principios a nuestros hijos para que de esta manera nuestra sociedad tenga profesionales que velen y sepan administrar los recursos que el pueblo con su trabajo duro mantiene sus degenerados salarios y asi poder evitar que lacras, piensen son los dueños de ella. Nicaragua vive una realidad brutal y descarada, esperando la ayuda externa ya que nos tienen sometidos en la miseria nuestros queridos mandatarios, junto a su cuadrilla de polìticos ladrones, es tiempo que enseñemos a nuestros hijos el valor que tiene la familia dentro de la sociedad, que ella es el fundamento en la que el niño, serà el fruto que va a alimentar el futuro de nuestra patria.
Nuestros hijos Deben tener un ideal que nadie puede supeditar ’LIBERTAD’, libertad para diferenciar el bien del mal, debemos evitar la violencia a travès de la televisiòn, miramos la cultura de la comunicaciòn y sabemos que nuestros niños de forma legal aprenden viendo noticias de crímenes brutales, de verdad que todo crimen lo es, y esto lo permite el gobierno. La mente infantil es alimentada con todo tipo de depravación. Debemos abrir los ojos y decir basta de tanta basura televisiva. Por nuestros hijos digamos no más a este desorden impuesto por el mecanismo de turno. En nuestras manos está darle el valor a nuestra gran familia !NICARAGUA!. Dios nos guarde.
“Pobre mi pueblo que camina el paso de unos pocos que pisotean su conciencia, a través de su creencia.”