Anchorage, Alaska
Por: Juan Manauel Roblero
Es mi día inspiración
Le abro mis ojos a la vida
Y mis labios ofrecen un cantar,
Mis oídos tratan no juzgar
Esos mágicos sonidos creados por el universo.
Mis manos agradecen el tacto
De mi piel y al viento que mece mis cabellos,
Le agradezco por traer vida
A mi olfato y mis pulmones se excitan
Cuando llega a sus delicadas estructuras.
Mi corazón canta suavemente ese ritmo
Especial que hace recorrer la savia
Por mis venas. Que agradable sentir
La inspiración del movimiento en la planta
De mis pies. Y esa complacencia de tener
De compañera a la dueña de mis horas.
Mi cerebro descansa pues todo mi organismo
Baila la armonía de la vida, y aunque
Las perlas en mi boca perdieron
La mágica juventud, puedo saborear
Los placeres que le da al paladar cuando
Al ritmo de mi masticar convierten alimento
En apoyo de todo este cosmos que es la maravilla
De mi cuerpo. Mi cabello aún tiene reminiscencias
Juveniles, que la blancura pronto ha de alcanzar.
Refresco mi memoria con los recuerdos del ayer, aquellos
Que me alzaron más allá de lo posible
y me hacen fuerte para caminar en este día.
Agradezco el alimento que nutre los músculos
en mi perfecta anatomía, al agua la bendigo
por la elasticidad que me confiere al mezclarse
con mis células. Que tremendo es despertarse
y oír de una voz te amo…y así el vivir se vuelve
en la canción de este nuevo despertar.
Gracias Dios por dormir en mi dormir y mostrarte
con el abrir de mi mirada.