Monitoreo Nacional
Este fenómeno natural de la temporada de invierno que ingreso al territorio nicaragüense por el Mar Caribe, generará lluvias de ligeras a moderadas.
Una onda tropical generalmente sigue a un área de aire descendente intensamente seco que sopla desde el noreste.
Luego de pasar la línea de vaguada, el viento vira hacia el sudeste, la humedad se incrementa abruptamente y la atmósfera se desestabiliza.
Ello produce chubascos extendidos y tormentas, a veces severas. Los chubascos gradualmente disminuyen a medida que la onda se desplaza hacia el oeste. Una excepción a esta precipitación ocurre en el océano Atlántico.
Aproximadamente el 60% de los ciclones tropicales se originan a partir de ondas tropicales, mientras que cerca del 85% de los huracanes del Atlántico más intensos (de categoría 3 y más, en la escala de huracanes de Saffir-Simpson) se desarrollan a partir de ondas tropicales.
Los ciclones tropicales pueden a veces degenerar nuevamente en una onda tropical. Por lo general, esto ocurre debido a la presencia de una fuerte cizalladura de altura. Si esta disminuye, la tormenta puede volver a desarrollarse.