22 enero 2025

Impresionante desaparición de ríos, lagunas y fuentes hídricas

Monitoreo

Nacional

ríos-y-launas-2-300x224Lo que una vez fue un oasis en medio del Corredor Seco, ahora se avizora como una víctima más de la sequía y la negligencia humana. Moyuá ya no es lo que era. Donde antes los turistas llegaban para refrescarse y pasar el día, ahora hay maizales y tierra cuarteada de tan seca. Moyuá forma parte del sistema lagunar Las Playitas, Moyuá, Tecomapa, en el kilómetro 63 de la Carretera Panamericana Norte en Ciudad Darío, Matagalpa. Además, este sistema es un humedal de importancia internacional, reconocido por la Convención Ramsar de Humedales.

Sin embargo, ignorando la existencia de un plan de manejo y la fragilidad del ecosistema, actualmente en Moyuá se desarrollan actividades agrícolas y ganaderas, que no solo contribuyen a que los niveles de agua de este cuerpo de agua desciendan drásticamente, sino también a que la calidad del líquido se vea vulnerada por la presencia de agroquímicos.

ríos-y-lagunas-5-300x224Salvador Montenegro Guillén, experto en recursos hídricos, considera que la situación de Moyuá es reversible y también prevenible. “En Moyuá lo que vemos es la explotación del agua, que es un bien público, con fines privados. El desarrollo de la agricultura y ganadería en los alrededores de estas lagunas viola el compromiso adquirido con la Convención Ramsar, de controlar los tensores ambientales”, explicó Montenegro.

Según la Convención Ramsar, Moyuá está entre los diez humedales más importantes de Nicaragua “por su importancia hidrológica como el único reservorio de agua superficial en una de las zonas más secas del país, esto también refuerza su importancia biológica en la reproducción de mamíferos, reptiles, peces y aves”.

ríos-y-lagunas-3-700x500Sobre el actual deterioro de este cuerpo de agua, Montenegro señaló que este “es un reflejo de cómo se está fallando en la aplicación del plan de gestión creado para mantener la estabilidad en el ecosistema y a su vez proporcionar una forma de vida a los pobladores de las comunidades cercanas”.

La agonizante laguna de Moyuá es bombeada cada día para que sus aguas irriguen varias manzanas de plantíos de maíz, sembrados en sus orillas, en las mismas tierras que antes de la sequía también estaban cubiertas de agua.

Las lagunas boaqueñas

Reportaje-Rezaye-300x200Una situación similar a la de Moyuá se vive en la comarca Las Lagunas en Boaco. De las múltiples lagunas, que hacían famosa la comarca homónima, solo queda el recuerdo y tierra seca.

Uno a uno, estos cuerpos de agua naturales y artificiales se han ido secando. Esta situación tiene preocupada a la población ya que estas eran la fuente principal de agua para consumo humano, riego para el café y para la ganadería de la zona.

La comarca Las Lagunas es famosa por los petroglifos que se encuentran en las fincas de esta zona. Además, por las diez lagunas entre artificiales y naturales que le daban un valor agregado a la oferta turística de este poblado de aproximadamente 500 habitantes.

Según José Rugama, poblador de Las Lagunas, la sequía está “bárbara” y ha arrasado con las lagunas, ríos y los ojos de agua de la comarca. “La escasez es tan grande que todos los del caserío deben esperar para recoger uno o dos baldes de agua. La gente hace fila para poder lavar y otros caminan como dos kilómetros para traer agua”, detalló.

Jairo Urbina, también poblador de Las Lagunas, aseguró que en la comarca habían diez lagunas, pero solo dos han sobrevivido a la sequía. “Aquí el agua es escasa, tenemos que caminar bastante para poder conseguirla. Aquí hay 120 casas y unos 500 pobladores y todos nos abastecemos de dos pozos. Solo logramos recoger un balde por casa”, dijo.

Rugama, aseguró que ya han expuesto esta situación a las autoridades municipales y que estas se comprometieron a hacer un pozo perforado, el cual siguen esperando.

LA PRENSA buscó la versión de la Alcaldía Municipal, pero no obtuvimos respuesta, pese a la gravedad del tema.

Agua subterránea y las lagunas

Las lagunas pueden ser de origen volcánico, estuarianas o formadas por la existencia de una depresión en el suelo.

Sin embargo, el uso de las aguas subterráneas en las zonas urbanas y el sobreuso o mal uso de las aguas superficiales en las zonas rurales han transformado a las lagunas en simples cuencas medio vacías o en vertederos municipales.

Hay variaciones en la altura y flujo de cada una de las lagunas, de tal manera que si el agua subterránea en su tendencia actual desciende, eso se va a ver reflejado rápidamente en el nivel que tienen cada una de estas lagunas”. Salvador Montenegro Guillén, experto en recursos hídricos.

Lagunas muertas: Tiscapa, Nejapa y Acahualinca

Para Montenegro, “la mayoría de los males de las lagunas cratéricas vienen de la superficie, porque cada una de estas lagunas, excepto Cosigüina, Maderas, Apoyeque y la del Tigre en León, se encuentran demasiado accesibles y bajo la influencia cercana de la población o de cauces artificiales que se han excavado en ellas para descargar residuales líquidos y sólidas en ellas. Ahí van los casos de Tiscapa, Nejapa y Acahualinca”.

La relación entre las aguas subterráneas y las lagunas cratéricas, según explicó Montenegro, está basada en que las áreas volcánicas son excelentes receptoras e infiltradoras de agua, por la permeabilidad del suelo.

Esto permite que se formen acuíferos y por ello es que la fluctuación del nivel de las aguas subterráneas se ve directamente reflejada en el nivel de profundidad en las lagunas.

“Estos agujeros que dejaron los volcanes se encuentran con una sombra de agua que entra subterráneamente por un lado y sale por el otro. Si uno mira, por ejemplo a Asososca, que tiene 98 metros de profundidad aproximadamente, vemos que por el lado del sur el agua entra por un costado y su única salida es hacia el norte en el lago de Managua”, detalló Montenegro.

Es por esto que la contaminación en estas lagunas es preocupante. “En todas ellas, la cantidad de sedimentos y desechos sólidos las han convertido en basureros acuáticos, entre los casos más dramáticos están: Tiscapa, Acahualinca y la laguna de Masaya”, dijo Montenegro.

Énfasis especial hizo el experto en el caso de Masaya, ya que “nosotros olvidamos que la laguna de Masaya es la que le da de beber agua a Managua. Masaya es el único departamento de Nicaragua que no tiene ríos superficiales, sin embargo, existe un flujo subterráneo que aflora en ese cráter y continúa su curso en línea recta, hasta emerger en las pozas de El Trapiche en Tipitapa”.

Este flujo de agua que viaja de Masaya a Tipitapa es interceptado por la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado Sanitario (Enacal) en la comarca de Sabana Grande, Managua, donde se han dispuesto una serie de pozos para abastecer a la población.

“Pan para hoy…”

La dependencia entre el estado de la reserva de agua subterránea y el nivel de las lagunas se ve en riesgo en Managua, sobre todo por el crecimiento del número de viviendas en la zona sur de la capital, que es donde se produce la recarga hídrica.

Según Montenegro, por la impermeabilización del suelo “se disminuyó la capacidad de infiltración y el nivel del manto subterráneo, así que la solución de darle agua a la población, a partir de aumentar la explotación del agua subterránea es un riesgo, porque puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Esto es como una cuenta de banco a la que se le están haciendo más retiros que depósitos”.

Un ejemplo de esta relación entre el nivel del agua y el estado de las lagunas es Nejapa. Ubicada al sur de Managua, esta laguna ha pasado periodos en los que ha estado a punto de desaparecer.

Montenegro aseguró que lo que sucedió es que “el nivel de la tabla freática quedó debajo del suelo. Es decir, agua había, pero bajó del nivel del fondo. ¿A qué se debió este fenómeno? Fueron años de regímenes de lluvia bajos, se alteró extraordinariamente el ecosistema en la parte alta de la cuenca, en El Crucero, entre otros factores”.

La recuperación del nivel de las aguas es remediable. “El énfasis tiene que ponerse en la rehabilitación del nivel de la laguna. Eso tiene que ver, no solo con disminuir la pérdida de agua, o con recuperar la capa vegetal para facilitar la infiltración, sino también aplicar las medidas conocidas y acordadas para la gestión de las cuencas, esto se debe hacer a nivel nacional”, afirmó Montenegro.

Ríos también sufren sequía

Emblemáticos ríos como El Viejo, Posoltega y El Guasaule en Chinandega agonizan por la sequía y los años de contaminación que han vivido.

A pesar de esfuerzos como el de Fundación Selva y un edil de la ciudad de El Viejo por rescatar el río homónimo, este se ha convertido en un lugar de descarga de desechos líquidos y sólidos.

“Esa agua que corre es de las casas, de las cunetas. Las vertientes en la cabecera se han secado, la poza ahí tenía su caudal pero ahora no hay nada. Son dos inviernos malos más el despale. Aquí venía Fundación Selva a reforestar y un alcalde intentó desalojarnos para hacer un centro turístico, pero no hubo nada”, recordó Carlos Mendoza, poblador de la zona.

En Posoltega, los manantiales de este río dejaron de surgir en las faldas de la zona este del volcán Casita, para alimentar el extenso cauce que surca a orillas del antiguo asentamiento indígena de Posolteguilla. En la zona sureste del poblado destaca el puente de hierro ferrocarrilero, pero del río, lo que se cuenta a los jóvenes es que por ahí fue caudaloso hace muchos años.

La inexistencia de caudal en el río El Guasaule es algo jamás visto según pobladores. Este río marcaba la división entre Honduras y Nicaragua.

Urge gestión hídrica

Para tener agua con la calidad y en la cantidad que necesitamos, es necesario trabajar en la gestión integrada de los recursos hídricos, afirmó Salvador Montenegro Guillén, experto en recursos hídricos. Culpar a la sequía enteramente de la falta de agua en el país es como rogar por un milagro y hacer todo lo contrario para que se cumpla, dijo Montenegro. “Sabemos qué es lo que hay que hacer. La gestión integrada de los recursos hídricos no es otra cosa más que mantener, proteger y desarrollar una cobertura boscosa que facilite la infiltración del agua, no solamente capturando el agua atmosférica y condensándola, sino también con la presencia de raíces que faciliten la infiltración y que al hacer un pozo, podamos encontrar el agua que queremos”, afirmó Montenegro.

6 lagunas cratéricas se ubican solo en el departamento de Managua. Además, en toda la región del Pacífico se encuentran lagunas de origen volcánico como Cosigüina en Chinandega, Apoyo entre Masaya y Granada, la misma laguna de Masaya, y la laguna en el volcán Madera en la isla de Ometepe, Rivas.

Noticias de Interés

Facebook
Twitter
WhatsApp

Deja un comentario

Usamos Cookies