Departamental
Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
27 Mayo 2020
El accidente ocurrido en León, donde falleció una niñita de 8 años que cruzaba la vía cuando fue atropellada por un salvaje, un homicida del volante que muy seguro no tiene ni idea de la cortesía para dar preferencia al ser humano en la vía, sea en la carretera o la ciudad.
Esto es una experiencia muy negra que debe de ser erradicada de la mente de conductores que manejan pensando que las calles o carreteras son de ellos y matar a un ser humano “es lo de menos”, como si fuera un perro que se atraviesa en su camino.
La verdad que por ahí, por los mismos animales debe comenzar el respeto a la vida, y dejar claro a todo conductor o persona que obtenga licencia la gran responsabilidad de manejar en carreteras y calles.
Las autoridades de policía deben de tomar medidas y lanzar toda una campaña que incluya no solo el respeto a las señales de tránsito, sino la obligación de ser corteses al conducir, de respetar la vida humana o la de los animales.
El asunto debe ce comenzar a lo inmediato con una reforma a la Ley de Tránsito que obligue al conductor a dar preferencia al ser humano o al animal, llámese mascota o cualquier animal silvestre o doméstico.
Que la misma reforma incluye sanciones más severas para los conductores homicidas, con penas mayores a diez años, no que en la actualidad se toma como un delito que amerita penas bajas, de hasta tres años y los delincuentes salen muy rápidamente, algunas veces bajo “arreglo” entre el conductor y la familia doliente.
Estos “arreglos” le ponen precio a la vida y esos no se deben permitir, porque el delito es grave, como debe ser calificado por el Código Procesal Penal. Autoridades y los diputados deben cerrar filas para no seguir dejando en el olvido los accidentes fatales en los que la víctima puede ser un anciano, un adulto, un niño o una niña.
Deberían capacitar a conductores y Agentes de Tránsito
Todo el que recibe licencia para conducir vehículos en cualquier categoría debe pasar por una capacitación en la que deben de participar siempre los agentes de tránsito. Los que desconocen totalmente la cortesía para el peatón o mejor dicho, para los seres humanos que cruzan la vía.
Cuando uno va a cruzar una calle o una carretera, los conductores van sobre la persona y desdichado aquel que no pone atención a los medios de locomoción que van sobre la vía. Lanzarse ateniéndose a la suerte o a la capacidad del conductor de ser cortes, podría resultar fatal,
Cuando el vehículo viene sobre la vía, apártense, porque parece que los conductores andan licencia para matar personas, ya no se diga animalitos de Dios o mascotas.
Los conductores más agresivos son los de buses urbano, rurales, interurbanos o intermunicipales, ellos son los emperadores de las carreteras y calles. Si viene un bus, es mejor que le dé la preferencia al busero, porque para él nadie debe estorbar.
Otros homicidas al timón son los camioneros, furgoneros y taxistas, son pocos los taxistas que dan el paso al peatón, pero si los hay, pero existen algunos que ya han cobrado vidas humanas.
Parece increíble, que este asunto también incluya a motociclistas y ciclistas, han cobrado víctimas. Hay quienes piensan que una bicicleta no puede matar a un peatón, pero en Granada se dio hace varios años un accidente en el que se vio involucrada un ciclista, que se paso llevando a una conocida maestra, por el sector de Xalteva, y la profesora murió en el hospital.
¿Qué pasó?, bien gracias, estos accidentes son calificados como “imprudencia peatonal”, sin más ni más. Los policías de tránsito deberían ser los primeros en meter presos para que mediten en una celda la urgencia de aplicar con mayor precaución las leyes de tránsito, en protección al ser humano.
