Culturales
Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Los granadinos celebraron el 102 Aniversario del fallecimiento del Príncipe de las Letras Castellanas Rubén Darío, con un recorrido de la antorcha de luz y esperanza por las principales calles de la Gran Sultana, una marcha de centenares de estudiantes de primaria y secundaria, un acto especial en el Obelisco del Parque Central, dedicado a su poema “Los Motivos del Lobo”, y finalizo en la proximidad del Parque Azul, en la costa del lago, cerca del muelle.
La actividad rindió honor al poeta, pero algunos cálculos de los organizadores hicieron que la multitud de estudiantes fuera disminuyendo poco a poco, sobre todo de los grupos de niños de primaria. Quizás tuvo que ver con el largo recorrido que salió del antiguo edificio del Hospital San Juan de Dios, pasando por la plaza de Xalteva, donde hubo un pequeño acto y luego siguiendo hacia el parque Central Colón, donde una niña declamó una poesía de nuestro gran poeta (anduvo, anduvo, anduvo…), que mereció el aplauso de los presentes, incluyendo maestros y curiosos.
Luego la marcha siguió hacia el Parque Azul, en la costa del lago, donde algunos trabajadores se dedicaban a preparar un bonito escenario, mientras en un sector del Malecón, donde hay una imagen de Rubén, los artistas que llevarían a las tablas “Los Motivos del Lobo” estaban listos para actuar.
El asunto es que le deserción de estudiantes de secundaria fue completa, se fueron todos, quedando algunos amigos que estaban por el lugar, que asistieron convocados por el Vice Alcalde Pedro Vargas Mena, lo que redujo el auditorio a un poco más de una docena de personas, siendo visible un desaprovechamiento de tan tremendo evento dedicado al poeta Universal, Rubén Darío, al precursor del modernismo.
En fin, los pocos asistentes que nos quedamos hasta el final, entre los que nos contamos la divulgadora de la Alcaldía, licenciada Marlene Urbina; Ulises Bustos, miembro del equipo de divulgación, una fotógrafa. El evento realmente valió la pena, y como dijo Pedro Vargas Mena, de la que se perdieron los que no lograron quedarse.
