Monitoreo
Nacional
Si se hiciera un ranking de las enfermedades que más aquejan a las personas en nuestro país, la gastritis podría ocupar el tercer lugar según el criterio de la gastroenteróloga Martha Sequeira, después del llamado colon irritable y de las enfermedades virales como zika, chikungunya y dengue. Las causas sobre el desencadenamiento de la gastritis pueden ser múltiples, desde una bacteria, la más común es la Helicobacter pylori, hasta alguna situación que provoque hiperproducción de ácido clorhídrico, el cual es fundamental para la digestión de los alimentos.
Según explica la especialista, la gastritis es una inflamación del recubrimiento que protege el estómago. En cuanto a los tipos, la gastritis aguda implica una inflamación súbita y grave, mientras que la gastritis crónica implica una inflamación a largo plazo que puede durar años, de no ser tratada. La gastritis erosiva es una forma menos común del trastorno y típicamente no produce mucha inflamación, pero puede dar lugar a hemorragias y úlceras en el recubrimiento del estómago.
Causas
Cabe señalar que “el tabaquismo, estrés, consumo de comidas irritantes y bebidas alcohólicas, son hábitos que llevan a la inflamación de la mucosa gástrica”, manifiesta Sequeira. A estos hábitos desequilibrados hay que sumarle uno más, dice la experta, como lo es el empleo de medicamentos sin prescripción (analgésicos y antiácidos), cuyo consumo se ha convertido en un abuso, que por cierto les está pasando la cuenta de cobro a las mujeres: principales consumidoras de medicinas sin receta según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud.
También es importante destacar que esta enfermedad no es ajena solo a las personas adultas. Incluso, la doctora hace énfasis en que los adolescentes desde los 14 años están presentando síntomas de gastritis, fundamentalmente por sus malos hábitos alimenticios que incluyen excesos de comidas rápidas y gaseosas; principales enemigos de esta enfermedad.
Síntomas
Para reconocer si se está sufriendo de gastritis, los síntomas que avisan de esta enfermedad son: dolor en el lado izquierdo del abdomen, sensación de quemazón o ardor, náuseas, vómito, indigestión, pérdida de apetito y sensación de inflamación del abdomen. Ahora bien, si se padece de gastritis erosiva, pueden presentarse síntomas diferentes, entre ellos los siguientes: heces fecales negras y alquitranadas, y vómitos de sangre o de materia parecida al café molido. Para su diagnóstico, el médico hará una exploración física y abordará al paciente con preguntas acerca de sus síntomas y antecedentes familiares. El médico también podría recomendar una prueba de aliento, sangre o heces para detectar la H. pylori. Para poder observar lo que está sucediendo en el interior del cuerpo, el médico podría hacer una endoscopía para verificar si tiene una inflamación.
Tratamiento
Según refiere la gastroenteróloga, el tratamiento para la gastritis dependerá de la causa del trastorno. Si la gastritis fue provocada por medicamentos antiinflamatorios no estiroideos u otros fármacos, la solución es evitar tomarlos para aliviar los síntomas. Cuando la gastritis se presenta como consecuencia de la H. pylori, rutinariamente se trata con antibióticos que destruyen esta bacteria. Además de los antibióticos, se usan otros tipos diversos de medicamentos para tratar la gastritis. También, el médico puede recomendar el uso de antiácidos para lograr un alivio rápido del dolor de la gastritis. Estos medicamentos pueden neutralizar el ácido en el estómago. Sin embargo, algunos antiácidos pueden provocar diarrea o estreñimiento.
Mucho ojo
Si usted regularmente utiliza analgésicos tales como aspirina, Advil o Aleve, o si toma más de la dosis recomendada, puede desgastar el recubrimiento del estómago. Al tener el recubrimiento del estómago delgado o dañado se incrementa el riesgo de tener gastritis. Ser de edad avanzada también incrementa el riesgo. Esto se debe a que el recubrimiento del estómago se adelgaza de manera natural con la edad.
¿Es tu hijo hipertenso?
04 Octubre 2016 | 12 a.m. | Edición Impresa
La hipertensión es una enfermedad más frecuente en los adultos, pero no excluye que las personas jóvenes o niños puedan padecerla.
En los jóvenes y niños la hipertensión generalmente es secundaria a algún problema hormonal o estructural (a nivel de las arterias de los riñones). Los casos en estas edades que no tienen un trasfondo son escasos, por lo que es necesario hacer los estudios necesarios para identificar el verdadero origen.- –
Actualmente se pueden encontrar chicos con cifras tensionales elevadas de forma ocasional sin ninguna causa orgánica, lo que puede estar causado por malos hábitos de alimentación, sobrepeso o elevado consumo de sodio entre otros.
Lo importante es que si alguno de tus hijos tiene este problema se debe ir de la mano del médico de confianza para descartar cualquier trastorno y establecer algunos cambios que permitan tener el control de las cifras tensionales.
¿Qué hacer?
* Tener un peso saludable: para controlar los niveles de presión arterial y prevenir su aparición es necesario tener un peso adecuado para la edad y la estatura. Para esto la alimentación debe ser sana, rica en proteínas saludables, grasas sanas, muchos vegetales y ensaladas, frutas dos o tres veces al día, carbohidratos complejos e integrales en cantidad moderada.
* Controlar la cantidad de sodio: Los niños y adolescentes pueden tener una alimentación cargada de sodio por el exceso de alimentos procesados que lo contienen. El consumo exagerado de sodio eleva la presión arterial en algunos casos; por esto se debe vigilar el consumo de embutidos, enlatados, chips, alimentos procesados y comida rápida. Entre más natural y saludable sea la comida, se logrará controlar la ingesta de esta sustancia.
* Limitar el exceso de cafeína: En la actualidad, muchos chicos tienen una ingesta de cafeína elevada, esta la encuentran en el té de limón, en las bebidas a base de café que son muy azucaradas o en las bebidas energizantes que se ha colocado tan de moda y que su consumo es indiscriminado. El consumo de cafeína moderado no tiene efecto en nuestro organismo pero el exceso puede incrementar la presión arterial.
* Establecer un ritmo regular de actividad física: la actividad física debe estar presente en la vida de cualquier niño y adolescente, esta proporciona beneficios a nivel físico, emocional y de comportamiento. Los padres debemos promover la práctica deportiva constante.
* Tener un descanso adecuado: El organismo de los jóvenes al igual que el de los adultos funciona mejor cuando hay un adecuado descanso, por esto promover 8 horas de sueño profundo es indispensable para estar saludable.
* Evitar el consumo de licor: en principio el consumo de licor debe estar limitado a los adultos, el organismo en general y sobre todo el sistema neurológico de los niños y adolescentes no está listo para los efectos generalizados del consumo etílico.
*Promover el estilo de vida sano en los niños y adolescentes es indispensable para prevenir y controlar enfermedades de distintos tipos incluyendo la hipertensión.