Departamental
Granada, Nicaragua
Augusto Cermeño
Los buses “expresos” que salen de Granada a Managua, no solo van recogiendo pasajeros en todo el camino, sino que se salen de la vía en busca de pasajeros, como una forma de evitar que salgan a la carretera y agarren otro bus (ruteados o urbano).
Esta situación la observamos en uno de varios viajes que hemos realizado a la ciudad capital. La anomalía se da al pasar el kilómetro 14, donde los choferes se salen a una carretera alterna, donde van ofreciendo transporte a la UCA o a “al Ministerio”, lo que significa un riesgo para los pasajeros.
Algunos parecen estar acostumbrados a esos deslices, pero en mi caso me sorprendió. Ese día, el conductor fe sorprendido por un regulador de tránsito, por lo que el conductor y el ayudante se bajaron a “conversar” con el policía.
No hubo quien no especulara sobre la conversación que duró unos 8 minutos o más, sobre el contenido de la misma. Se especuló que el tema era de cuánto iba a ser la mordida, porque la multa podría ser de 1 mil 500 a dos mil córdobas.
Todo esto es producto del desorden que hay en las carreteras y calles de las ciudades, donde lo menos que se hace es vigilar con sentido de seguridad o no de multas y mordidas que puede causar el policía deshonesto y “bisnero”.