Jesús Del Toro24 de octubre de 2016
Algo peculiar sucede en algunas aulas universitarias estadounidenses, pues parece que ciertas personas tienen aversión a la ciencia o al debate pese a estar inscritas en un centro de educación superior dedicado a preservar, difundir y crear el pensamiento crítico y científico. Lo ejemplifica lo sucedido en una clase de antropología cultural impartida recientemente en la Universidad Estatal de Texas.
De acuerdo al periódico The Tab, el profesor Jon McGee impartía una clase de antropología cultural y, en un momento de ella, habría aludido al surgimiento del movimiento Black Lives Matter (que denuncia la brutalidad y discriminación policiacas contra la comunidad afroamericana) y dicho, quizá como contexto último, que todos los seres humanos son descendientes de los habitantes de África.
Esa afirmación habría suscitado entre los estudiantes asistentes un súbito silencio, roto solo con un sarcástico “seguro” pronunciado por uno de los alumnos, de acuerdo a The Tab. Entonces, cierto número de estudiantes decidió dejar el lugar mientras que algunos de los que se quedaron coreaban “Black Lives Matter”.
Según testimonios de alumnos, fueron muchos los estudiantes (de raza blanca) que decidieron dejar el salón de clases, al parecer en rechazo de la idea de que sus ancestros originales eran africanos.
Pero, como comentó luego el profesor McGee en un comunicado citado en el periódico Austin American Statesman, a lo que él se refirió fue a la evidencia científica, basada en análisis de ADN mitocondrial y que goza de amplio consenso entre los especialistas, de que todos los humanos actuales son descendientes de poblaciones africanas que, hace decenas de miles de años, salieron de ese continente y se esparcieron por el mundo.
McGee con todo dice que no vio ninguna salida a gran escala de alumnos ni oyó voces clamando “Black Lives Matter”. Añadió que su clase fue una sesión introductoria para 390 alumnos, y que en ese tipo de clases ante públicos numerosos es común que cierta cantidad de gente entre y salga del lugar con frecuencia. Por ello, aunque señaló que en efecto mencionó al movimiento Black Lives Matter al explicar conceptos sobre raza y dijo que el punto principal de su elocución era la evidencia de ADN que liga a la humanidad actual con un origen africano, también comentó que no puede determinar las razones por las que esos alumnos decidieron salir de su clase.
Estudiantes que comentaron en Twitter al respecto mencionaron que personas salieron de la clase cuando McGee aludió al origen africano de la humanidad, aunque la foto de un tuit muy citado al respecto muestra a una sola persona cruzando la puerta del salón. Otro tuit del mismo usuario (@amvrion) afirma que el profesor dijo que All Lives Matter “es de gente racista que trata de difamar” a Black Lives Matter y que “esos estudiantes están consternados”.
No es claro qué fue lo que sucedió exactamente en esa clase ni lo que suscitó la salida de alumnos.
Una interpretación es que, al hablarse sobre conceptos de raza, el contraste entre All Lives Matter –un movimiento que si bien defiende el valor de toda vida elude (y hay quien dice que rechaza) el énfasis que Black Lives Matter hace sobre la presión desmesurada que enfrentan los afroamericanos– realizado por el profesor molestó a algunos y la alusión al origen africano de la humanidad fue una suerte de gota que colmó el vaso para ellos.
Y, desde otro punto de vista, hay quien diría que para algunos la noción de que sus genes lo vinculan inequívocamente con ancestros africanos puede resultarle molesta o inaceptable (hay quien aún rechaza la teoría de la evolución y exige que se enseñe oficialmente la Creación bíblica) y, ya hilando fino, incluso algunas personas estarían en desacuerdo con la idea del origen exclusivamente africano de la humanidad al considerar la presencia en los humanos actuales de componentes genéticos neanderthales (un homínido de raíces europeas) o denisovanas (de raíces asiáticas) además de las del Homo Sapiens, nuestra especie, originaria de África.