Internacional
El Papa Francisco volvió a arremeter este miércoles contra los fabricantes y vendedores de armas «ensangrentadas», en un nuevo pedido para que cesen los conflictos en curso en el mundo.
«Nunca más la guerra», clamó el Papa durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro ante la muchedumbre congregada.
«Que el mundo de hoy no tenga que experimentar más el terrible sufrimiento de la tragedia de la II Guerra Mundial».
«Este es el permanente anhelo de los pueblos, especialmente de los que son víctimas de varios sangrientos conflictos en curso», agregó.
«Minorías perseguidas, cristianos perseguidos, la locura de la destrucción. Los que fabrican y venden las armas ensangrentadas. Armas bañadas en la sangre de tantos inocentes», clamó.