AFP
Los padres del francotirador que mató a cinco policías en Dallas la semana pasada aseguraron que su hijo se había «decepcionado» de su experiencia en el Ejército y se había aislado progresivamente, hasta vivir como «ermitaño», según una entrevista publicada el lunes.
«El Ejército no fue lo que Micah creyó que sería», dijo su madre, Delphine Johnson, según extractos de una entrevista con el grupo de medios TheBlaze. «Estaba muy decepcionado, muy decepcionado», insistió.
Después de servir en Afganistán como soldado, entre noviembre de 2013 y julio de 2014, Micah Johnson comenzó a estudiar la historia de los negros en Estados Unidos y a interesarse por sus raíces, explicó su padre, James Johnson.
Fue entonces cuando se empezó a aislar, añadió la madre.
«No sé qué decir para mejorar las cosas. No lo vi venir», dijo James Johnson. «Amo a mi hijo con todo mi corazón. Odio lo que hizo», dijo.
Micah Johnson, un negro de 25 años que carecía de antecedentes policiales, dijo el jueves, cuando negociaba con agentes que lo cercaban, que su ataque a policías blancos había querido vengar la muerte en la semana de dos hombres negros, uno en Luisiana y el otro en Minnesota.