Granada, Nicaragua
Sábado 25 Mayo 2013
Augusto Cermeño
Dr. Pedro J. Chamorro Cardenal y el poeta Ernesto Cardenal, suscribieron artículo reconociendo la condición de héroe y ejemplo de nuestra juventud a Sandino
Incluso, nos llama la atención que en el libro: “Sandino: El Rebelde de América”, escrito por el mexicano Isidro Fabela (impreso en México en 1959, en su primera edición), se cita un artículo suscrito por el doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y el poeta Ernesto Cardenal.
“No conmemoramos hoy la muerte de Sandino, sino su nacimiento a la gloria, esto es, a la leyenda, al mito. Porque Sandino ya no significa un individuo, sino un símbolo, un pueblo que él encarna. Gracias a la villanía memorable de su asesino ha pasado a la historia; esto es, ha pasado a la inmortalidad”.
Reza el primer párrafo artículo publicado el 21 de febrero de 1947, del Semanario El Universitario, impreso por LA NUEVA PRENSA y editado por Eduardo Pérez Valle, Carlos Santos Berroterán y Arsenio Álvarez Corrales.
Las dimensiones del general Sandino, fueron definidas muy bien en ese artículo, muy poco divulgado y suscrito por quien, más tarde, se convirtió en una de las plumas más feroces que criticaron con mucha severidad las andanzas del dictador Anastasio Somoza Debayle. Fue además un político conservador opositor al régimen dictatorial somocista, cuyo fin fue similar al de Sandino, porque fue mandado a matar por el heredero del General Somoza García, el que mandó a matar a Sandino.
Chamorro Cardenal y Ernesto Cardenal, dejaron plasmado en ese artículo su devoción por quien dio su vida a cambio de nada, por la libertad de un pueblo. Ellos lanzan un mensaje a la juventud al escribir:
“El hombre que salvó el honor internacional de la Patria, el guerrillero de los imposibles que retó gallardamente al país más poderoso del mundo, es y debe ser siempre el símbolo y la bandera de la nueva juventud nicaragüense que vive del honor y del patriotismo.
Por tanto, no discutamos más, Sandino está fuera de toda discusión, dejemos las cavilaciones y las disputas para aquellos que se cruzaron de brazos mientras él luchaba en la soledad y nosotros, los que teníamos diez, doce, quince años, en ese entonces, sigamos el santo y seña de Sandino, hasta el salvajismo si es necesario; y rompamos las páginas de la Historia Patria en que aparecen los nombres de los que pidieron su sangre, de los que bebieron su sangre y de los que cínicamente brindaron con ella a la salud de la piratería norteamericana”.
Ese artículo es realmente una señal brillante del pensamiento de una juventud que silenciosamente admiraba a Sandino, aún en medio de su condición social, que por la general, era adversa a los ideales del sandinismo en la época y lo sigue siendo ahora.
El comandante Carlos Fonseca, gran continuador, de la lucha, que asumió una responsabilidad histórica su roll en el momento histórico que lo requería, dio paso a la organización de muchos jóvenes que tuvieron como escuela revolucionaria, el pensamiento de Sandino y la lucha armada, como única vía para derrocar la tiranía somocista.
Daniel, quien ha sobrevivido a muchas batallas por la libertad de Nicaragua, está ahora, cumpliendo su misión histórica, con un segundo mandato, en el que mantiene muy en alto las banderas del general Sandino.