16 febrero 2025

Don Bayardo Urbina Córdoba se fue a la morada celestial como todo un hípico, despedido por el Club Hípico de Granada y con música ranchera, como fue su voluntad

Don Bayardo Urbina, hipico granadino fallecido...

 

Granada, Nicaragua
Sábado 25 Mayo 2013
Augusto Cermeño
 
Don Bayardo Urbina, hipico granadino fallecido...Cuando un cristiano está al borde de la muerte, por despedirse de este mundo, le habla a su familia, a sus amigos, a sus hijos, a su esposa y les expresa su deseo de cómo quiere que sean sus honras fúnebres.
 
En el caso de don Bayardo José Urbina Córdoba, fue su voluntad que sus funerales fueran lo más alegres que fuera posible y pidió que en el cortejo fúnebre le pusieran como fondo, música ranchera y que los hípicos lo acompañaran hasta su última morada.
 
Todos le cumplieron. Todos hicieron algo por complacer los deseos de don Bayardo Urbina Córdoba. La familia hizo lo suyo, los amigos hicieron lo suyo y el Club Hípico organizó una montada que se presentó al velorio, la tarde del martes 21 de mayo (2013), y dejaron ver ante todos sus briosos corceles.
 
A una cuadra del lugar se escuchaba la música ranchera mexicana, que tanto agradaba a Urbina Córdoba. Los granadinos, observaron el desarrollo del evento fúnebre, como algo poco común en la ciudad de Granada, donde todo el que se nos va al otro mundo es acompañado por su familiares y amigos que siguen el cortejo fúnebre, el negro carruaje halado por caballos, que a la vista de todos es salpicado de colores vivos, naturales, propios de las flores que adornan el carruaje que avanza bajo un silencio sepulcral por las anchas calles de la ciudad más antigua del Continente sobre tierra firme.
 
Don Bayardo se fue contento, de esto están seguros sus amigos y la familia misma, incluyendo a la esposa, hijos e hijas del difunto, que en un tiempo marchó por la avenida Arellano, por la calle Real de Xalteva, por el parque central Colón, por la Calzada, por El Caimito, luciendo su hermoso caballo corcel árabe o andaluz.
 
Don Bayardo Urbina fue velado en casa de su hermano Hugo, en Granada, porque al difunto, en vida, cuando estaba al borde de la muerte, pidió ser enterrado en Granada. Él residía en Managua, en una exclusiva zona residencial, pero prefirió su natal Granada. Por mucho tiempo vivió en calle El Caimito, pero por una decisión familiar se fue a residir a Managua.
 
La vela de don Bayardo reunió a toda la familia, siendo notoria su esposa, doña Fredda Escorcia Viuda de Urbina, sus hijos (as): Fredda y Marlon Urbina Escorcia. También sus hijas Martha y Maruca Urbina. Sus hermanos: Hugo, Sergio, Auxiliadora y Magdalena Urbina.
 
La iglesia de la Merced, estaba repleta, con amigos y familiares en la misa de cuerpo presente que se ofició desde las 3 de la tarde.
 
Bayardo Urbina hizo plata a puro pulso y tesón como ganadero de doble propósito, con propiedad en Boaco
 
Doña Fredda Escorcia viuda de UrbinaEn varias ocasiones que visite a don Bayardo en su residencia, en calidad de amigo y pariente, logré conocer todos sus esfuerzos, su entrega por completo al trabajo para amasar una pequeña fortuna, que le permitió granjearse una vida cómoda para él y su familia.
 
Una de sus pasiones fue la de los caballos y tuvo varios corceles muy bien encastados en las caballerizas de don Enrique Callejas (qepd), con el que era compadre y amigo de toda la vida.
 
Urbina Córdoba, logró formar una propiedad muy bien trabajada y tecnificada, con ganado de leche y carne, que siempre mantuvo en excelentes condiciones. Es la hacienda Sam Cristóbal, localizada en El Jobo, Tierra Blanca, Departamento de Boaco.
 
Tanto su hija Fredda, como su hijo Marlon, lo valoran como “un excelente hombre, un excelente padre y un excelente hípico, muy querido en el gremio de los caballistas granadinos”.
 
Fredda siempre lo tuvo como “un padre bien responsable, muy bueno, siempre pendiente de las necesidades de sus hijos. No permitió que nos hiciera falta nada”.
 
Fredda y Marlon, igual que doña Fredda viuda de Urbina, se mostraron agradecidos de que un amigo de don Bayardo, como lo fue don Alvaro Gutiérrez, le cantara un par de canciones que mucho gustaban al centauro granadino: Se me hizo fácil y Sigo siendo el Rey.
 
“El quiso ser enterrado con chicheros y mariachis, en un desfile con sus amigos hípicos”
 
Gerald Gómez Castillo, Presidente del Club Hípico de Granada, habló con LAVERDAD sobre la petición de don Bayardo Urbina Córdoba, quien pidió que “si legase a fallecer le gustaba que sus horas fúnebres se hicieran con chicheros, con mariachis y un desfile de sus amigos”.
 
“Ese es el propósito que tenemos nosotros ahorita, de cumplirle el deseo. La noche del lunes 20 de mayo (2013), estuvimos con mariachis. El martes 21 arrancamos con chicheros”. Comentó Gómez Castillo.
 
En el desfile fúnebre, del que muchos granadinos tuvieron que ver, acompañaron a don Bayardo unos 40 montados, los que en su mayoría hasta subieron al atrio de la Iglesia de la Merced.
 
Todos los hípicos lo acompañaron hasta el cementerio.

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