Granada, Nicaragua
Por: Augusto Cermeño
Algunos ciudadanos están que brincan por la entrada en campaña de los partidos, ya que, según ellos, es la oportunidad de hacer negocios con los políticos que van como candidatos. Venden sus votos al mejor postor.La mentalidad de los votantes, es que las elecciones no es más que “un gran negocio” de los políticos, que usan las elecciones, la “democracia”, el populismo, para ganar prosélitos, simpatías, votos gratis.
El pulso tomado a la población es que al final de cuentas “el pueblo no recibe nada” y hasta se dan casos de políticos que los eligen en un departamento y se van a vivir felizmente en Managua.
Cuando vienen las elecciones, regresan a su lugar buscando la reelección, haciendo algunas promesas, dando espejitos a la gente, ara que los vean simpáticos “buena gente”. Siempre media el engaño, la estafa política.
En el caso del ciudadano Freddy Rivas, quien ha valorado toda esta maraña de negocios de los políticos, dijo que esta vez no va a ir a las urnas sin haber hecho negocio con los políticos, por o que esta mercadeando 4 votos en su casa.
Freddy nos habló insistentemente de su peculiar oferta de venta de votos en su casa, al mejor postor, a candidatos que aspiran a ser presidentes, diputados departamentales y diputados del Parlamento Centroamericano.
Rivas, conocido como “Cachimba”, dijo que atenderá solicitudes de liberales conservadores y sandinistas. Además, dijo que esos 4 votos se los ofrece a los futuros candidatos para las elecciones de Alcalde, que se realizarían en el 2012.
Dará sus votos “al que llegue primero y le ofrezca mejor”. Aunque dijo que si le piden precio podría dar cada voto en mil pesos, lo que considera “barato, precio de guante mojado”, pero priorizara el que ofrezca más.Otro que entra a este interesante mercado de votos es el profesor Benjamín Garay, un hombre bastante inquieto, maestro de inglés de los más pobres, a quienes les enseña el idioma sin cobrarles un solo centavo.
Benji, como cariñosamente se le conoce a Garay, dice que solo vende su voto, nada más y espera que algún político le haga una oferta, interesante, sobre todo si ese político necesita un solo voto para ganar. Realmente: un voto puede marcar la diferencia, cuado las elecciones son reñidas.
