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Román “Chocolatito” González, el tetracampeón nicaragüense y mejor libra por libra del boxeo mundial, se mostró tranquilo a cuatro días de su combate ante el filipino Srisaket Sor Rungvisai, ante quien expondrá su corona de las 115 libras del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Instalado en Nueva York, donde pondrá en juego su corona el sábado en el Madison Square Garden, González habló con LA PRENSA y si bien dio méritos a su oponente, dice que está en las mejores condiciones para enfrentarle.
“Es un muchacho que pasa adelante, muy bueno, que pega, tiene lo suyo igual que yo y pienso que vamos a hacer una muy buena pelea y esperando en Dios que todo el público pueda disfrutar esa pelea”, comentó González.
El púgil nicaragüense ahora ha centrado su trabajo en mantenerse cerca del peso pactado para el combate, las 115 libras.
“Todo muy bien Gracias a Dios, ya estamos en la etapa final, ya la condición, la preparación difícil ya pasó y ahora más que todo es el peso”, dijo el tetracampeón.
Además, “Chocolatito” hablo de la motivación permanente en él, que es el darle a los nicaragüenses un buen espectáculo y sobre todo un ejemplo.
“Eso es lo más grande que un atleta pueda tener, que cada vez que uno pelea sabe que toda la familia se reúne y eso para mí es algo con lo que motivo a la juventud”, aseguró.
“El trabajo que hemos hecho es excelente, estamos motivados, guanteando con los zurdos y eso funcionó mucho en el gimnasio, ahora ha demostrarlo el día de la pelea como siempre lo hemos hecho”, agregó.
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Entrenamiento público suspendido
Román González, junto a los demás protagonistas de la cartelera del sábado, tenía previsto realizar esta martes una entrenamiento público, pero este fue suspendido.
La suspensión se debió a la tormenta de nieve que azota a Nueva York. Se espera que esta tormenta baje su intensidad en los próximos días y aún no se prevé que vaya a afectar la realización de la ceremonia de pesaje o la velada.
Chocolatito listo para la pelea de este sábado
Aun este Román “Chocolatito” González de boxeo elegante, contundente pegada y valentía innegable, necesita de un entrenador. Uno que sea capaz de extraer lo mejor de su arsenal, que lo motive y aplique correcciones cuando las circunstancias lo exijan.
A todo eso pretende responder Wilmer Hernández, el esforzado adiestrador del “Chocolatito”, que funcionó como preparador físico hasta la muerte de Arnulfo Obando, el entrenador que acompañó al pugilista en su ascenso a la cima del boxeo mundial.
“Me siento capaz de hacer el trabajo. Yo solo necesitaba una oportunidad. No me gustó la forma en que me llegó el chance porque a Arnulfo todos los apreciábamos aquí, pero la vida es para asumir retos y me siento listo para tomar este”, asegura Hernández.