EFE
El presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó este miércoles con cortar las ayudas a los países que en la ONU apoyen este jueves una resolución contra su decisión de reconocer Jerusalén como la capital de Israel.
“Todas estas naciones que toman nuestro dinero y después votan contra nosotros en el Consejo de Seguridad o la Asamblea (de la ONU), ellos toman cientos de millones de dólares, miles de millones de dólares y votan contra nosotros”, afirmó Trump en una reunión de su gabinete en la Casa Blanca.
“Bien, vamos a observar esos votos. Déjenles votar contra nosotros. Ahorraremos mucho. No nos importa”, agregó el presidente.
Trump hizo esas declaraciones después de que la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, diera a entender en un mensaje remitido este martes a otras misiones que puede haber consecuencias para quienes respalden la resolución crítica contra el movimiento, que se espera sea aprobada con una abrumadora mayoría.
“El presidente estará viendo esta votación atentamente y me ha pedido que le informe sobre aquellos países que voten contra nosotros”, señala Haley en la misiva, filtrada hoy a la prensa.
Trump reconoció el 6 de diciembre a Jerusalén como capital israelí, rompiendo décadas de consenso internacional, según el cual, el estatus final de la ciudad debe ser acordado en un proceso de paz entre israelíes y palestinos.
La Asamblea General, en la que se sientan los 193 Estados miembros de la ONU, tiene previsto votar este jueves una resolución impulsada por los palestinos para demandar a Washington que dé marcha atrás a su decisión.
El texto, que reitera la doctrina de Naciones Unidas sobre Jerusalén y no menciona explícitamente a EE.UU., es similar al de una resolución que los estadounidenses vetaron este lunes en el Consejo de Seguridad.
Allí, Estados Unidos se quedó en solitario en defensa de su decisión, con los otros catorce países miembros votando a favor del texto, incluidos algunos de sus aliados más cercanos como el Reino Unido, Japón y Francia.
En el caso de la Asamblea General, ningún Estado tiene poder de veto, pero sus resoluciones no tienen el carácter vinculante de las del Consejo de Seguridad.
“En la ONU siempre se nos pide que hagamos más y demos más. Así que cuando tomamos una decisión, siguiendo la voluntad del pueblo estadounidense, sobre dónde situar nuestra embajada, no esperamos que aquellos a los que hemos ayudado nos ataquen”, insistió.
El lunes, en el Consejo de Seguridad, Haley ya había denunciado la resolución contra la decisión de Trump como un “insulto” que Washington no olvidará.
EE.UU. defiende que el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí y el traslado de su embajada a la ciudad no es más que reconocer una realidad y que no supone que ya no apoye la solución de dos Estados que promueve la comunidad internacional.