Monitoreo
Nacional
La humildad y sencillez que caracterizaron al compositor nicaragüense Camilo Zapata se suman al legado artístico que le dejó a las nuevas generaciones de compositores y cantautores del país, que hoy a un centenario de su nacimiento exaltan su importancia.
“Él nunca se creyó ser lo que todos los compositores y toda Nicaragua decía o dice que es: el creador del son nica, de nuestra identidad. Siempre se comportó de manera humilde en relación a todos esos atributos”, señaló el cantautor Luis Pastor González, quien
participó en uno de los últimos homenajes realizados al “Padre del son nica”.
González indicó que Zapata fue un compositor que penetra al pueblo con sus creaciones. Que convivió con el pueblo “y el fruto de esa relación en todo su recorrer por toda Nicaragua es, lo crea sus bellas composiciones, letras que son muy sencillas para penetrar al cariño de la gente y el gusto por su música”.
Asimismo “otro legado que nos deja es poder componer en diferentes géneros: el bolero, swing, vals, entre otros”, detalló González, quien lo define como un artista alejado de la farándula, de la moda, de temas superficiales. Fue un artista auténtico, componía por convicción. Su mayor tesoro era la necesidad de expresarse”.
Era galante
Para la cantora Norma Helena Gadea es “el clarinero mayor del canto nicaragüense”. Ella y él se procesaban mucho cariño y lo recuerda como un hombre humilde y galantísimo. “Él es un pilar, un referente para las nuevas generaciones.
Así también piensa Luis Enrique Mejía Godoy, quien considera que Camilo Zapata le dio el rostro a la música nicaragüense, no solo por ser el creador del son nica, “sino que a través de Carlos, mi hermano, recibimos esa influencia de sus canciones y sus ritmos. De toda su poesía. Fue un compositor, que aunque no grabó prácticamente hasta sus últimos años, muchos intérpretes tomaron esas canciones que eran verdaderos retratos de la identidad del nicaragüense”.
Camilo Zapata le enseñó a los músicos que se puede ser pícaro, pero no vulgar. Como ejemplo Mejía Godoy señala las canciones “Flor de mi colina”, “Campesina salamera”, “Juana la chinandegana”.
Juan Solórzano
Al músico Juan Solórzano, Camilo Zapata le dio una dirección completa en su carrera musical. “Encontré en su música muchísima fuerza en cuanto a letra. Yo siempre he tenido una afición por la poesía y su música si la agarrás como poema es una belleza. A través de sus canciones encontré que el nicaragüense es naturalmente pícaro”.
Agregó que “hoy más que nunca sus canciones son necesarias, dice Solórzano “porque con tanta globalización hemos perdido el arraigo y auténtico hacia lo nicaragüense”.
Solórzano destacó que antes del auge del rap, Camilo Zapata ya rapeaba. Hay música rapera que puede ser poesía urbana, peror esta es poesía rural” y lo ejemplifica con la estrofa: “…hacete para allá/ no te vengás/ no tan arrecostado, parecés un gallo remojado/ meneadito
Juancho nada más pegadito/ Juancho nada más cuidadito/ cuaito me tocás”.
Por su parte Katia Cardenal señaló que es difícil medir la influencia que Camilo Zapata le dejó como artista. “yo crecí oyendo su música y uno de mis primeros recuerdos, fue al aprender guitarra, escuchar Flor de mi colina, cantada por Norma Helena Gadea y me encantó. Fue una de las primeras canciones que toqué”.
Katia recuerda que cuando su hermano Salvador Cardenal regresó de sus estudios en Panamá, al reunirse una tarde ella le tocó “Flor de mi colina”. “Él me quedó viendo y me dice: hagamos un dúo”. Y gracias a ese tema surgió El Dúo Guardabarranco.
“A mí me marcó de una manera especial. Su música es parte del aire, del sabor de Nicaragua”, indicó Katia.
Camilo Zapata nació el 25 de septiembre y falleció a los 91 años el 23 de junio de 2009. Su muerte se debió a las complicaciones del Alzheimer, una enfermedad que el sonero padeció durante muchos años, declaró su hijo Gustavo Zapata, quien afirmó que su papá estaba muy débil y presentaba cuadros de poca lucidez.