AFP/Washington
James T. Hodgkinson, el hombre de 66 años que abrió fuego contra legisladores republicanos que practicaban para un partido de béisbol el miércoles, era ferviente admirador del senador izquierdista Bernie Sanders y desdeñaba al presidente Donald Trump.
No había mostrado signos previos de extremismo violento y su ataque sorprendió a la gente que lo conocía como “Hodges”, un popular y “distendido” obrero en su ciudad natal, Belleville, Illinois. Pero también era “algo tosco”, según un conocido, y la prensa local informó que tuvo una serie de enfrentamientos con la policía local, incluso por agredir a amigos de su hija en un incidente de 2006.
Los medios de comunicación estadounidenses identificaron a Hodgkinson -quien murió tras un tiroteo con la policía en el suburbio de Alexandria, en Washington- como el hombre armado detrás del ataque que dejó cinco heridos, entre ellos Steve Scalise, jefe de la bancada republicana en la Cámara de Representantes.
Rechoncho, de pelo grisáceo y una cuidada barba candado, Hodgkinson era un ferviente partidario de Sanders, el héroe de izquierda que casi derrotó a Hillary Clinton el año pasado en una dura pelea por la nominación demócrata a la Casa Blanca.