Departamental
Granada, Nicaragua
Sábado 13 Diciembre 2014
Augusto Cermeño
Adela Mejía Sánchez, esta enfermita y requiere de apoyo de la multitud de amigos y amigas que siempre le han prodigado cariño y respeto. Tiene amistades de todos los sectores: gente al alto copete, medio pelo, burgueses, aburguesados y el pueblo pobre que siempre la de muestras de una sincera amistad.

“La semana pasada (entre el 2 y el 7 de diciembre 2014), estuve con el nervio ciático bastante mal, me dolía mucho mi pierna. He estado tratándome a punto de inyecciones, de Neurobión, Dolovitalgia y he logrado pararme”, se quejó Adela.
Lamentó que “la situación económica está difícil, y ahora si necesito de mi gente, de que me apoyen aunque sea con una neurobión, con una Vitalgia, porque eso es lo que me mandó el doctor…”.
Adela cree que, a lo mejor, “es mi mamá quien me está llamando. Padezco de asma y me agarró el patatús del asma. Neceisto el apoyo de mis verdaderos amigos, que me han tratado con cariño”.
Dijo esperar que le den la ayuda, “para mientras me manda a traer “el Colochón”. Porque es triste estar sin trabajar, enfermo y con medicamentos caros. Una inyección que ponían para el dolor de la pierna, vale 175 córdobas con 50 centavos”.
Manifestó que “doctorcito me recetó diez. Te voy a decir una gran cosa: me ha dolido hasta el alma, porque oigo hablar mal de la Martita que vende en el hospital Japón. Esa mujer tiene un corazón grande. Me regaló seis inyecciones, de las que valen 175 córdobas. Sin pedirle, de ella salió…”.
“Vieras que gran corazón tiene esa mujer. Yo le debo una ya. Aquí estoy sin beisbol, quedamos sin pegue y ahora estoy a la expectativa de lo que mi gente me da. Pero es triste, Cermeño, soy una persona que está hecha a trabajar duro”, dijo, un tanto balbuceante.
Critica a los Urbanos: “ellos se paran dónde quieren. Tienen que venir a pintar esa parada”
Adela Mejía Sánchez, la popular y queridísima “Marucha”, lanzo fuertes críticas a los conductores de buses urbanos, asegurando que “ellos se paran dónde quieren. Tienen que venir a pintar esa parada”, dijo.
Ha observado que pasan por el lugar donde Adela tiene su negocio de comida rápida granadina, “donde hasta golpean una moto o una bicicleta, se arreglan y hasta ahí no más”, dijo.
La Marucha insiste en que los dueños de buses urbano manden a pintar su área de estacionamiento, que se denomina “parada”, ya que no hay ninguna señal que indique su parada.