Departamental
Granada, Nicaragua
Sábado 06 Septiembre 2014
Augusto Cermeño
La familia Sánchez Oviedo y el magisterio están de luto: Se nos fue al cielo la profesora Amandita Oviedo de Sánchez, maestra de generaciones, de los tiempos de la legendaria profesora Marcelina Rivera.
Conversamos con Guillermo Sánchez Oviedo, conocido en la guerrilla sandinista como “Pancho”, quien nos reveló todo una hermosa historia de vida magisterial y de madre y padre, de la profesora Amandita.
Doña Amandita, era realmente la viva esencia, como lo que se dice, que “la esencia no viene en barriles”, ella fue una muestra de eso y de eso dan testimonio sus 11 hijos, los que siempre observaban que su madre después de partirse la espalda trabajando con doble turno en el magisterio, llegaba a pasarle “la factura” a cada uno de sus hijos e hijas, preguntando las tareas de cada quien.
“Pancho” identifica a su madre como “una educadora por naturaleza. Ella inició la labor en Granada, con la recordada e inmortal de la educación, como lo fue doña Ricarda Barberena. Posteriormente pasa a ser el apoyo de mi tía Camila, fundadora de las Oblatas del Sagrado Corazón de Jesús, fundadoras del Colegio Francés, en la época de oro de la educación en Nicaragua, en la época de los jesuitas del Colegio Centroamérica y el Colegio Francés”.
Amandita dejó su juventud en el colegio Francés
Según Guillermo, su progenitora dejó su juventud en el Colegio Francés, hasta el retiro de las francesas y posteriormente pasa a fortalecer la educación cristiana en El Tepeyac, en las comunidades de Caña de Castilla.
Doña Amandita “fue la madrina de la mitad de esos campesinos, porque vos sabes que en esos días, apadrinar para la comunión era apadrinar para el bautismo”.
“Pancho” valora que su progenitora tiene toda una base de profesionales como el profesor Pancho López, el ingeniero Salvador García (qepd), Manuel Urbina, los que considera “son de generaciones de formación de mi madre”.
Madre y padre
Guillermo Sánchez Oviedo considera que la profesora Oviedo fue para los 11 hermanos “madre y padre a la vez, ya que tuvo el desenlace de un matrimonio roto. Su formación, su educación, nos llevaron a ser hombres de bien”.
Recuerda “Pancho” que cuando doña Amandita “se arrechaba iba parejo con todo el mundo. Yo fui su dolor de cabeza, porque yo me fui a temprana edad a la guerrilla. Siempre yo le decía que le iba a pagar porque: yo te envejecí, le decía”.
Cuando doña Amandita estaba comenzando a sufrir afectaciones del mal de Alzheimer (demencia senil de tipo Alzheimer), en sus últimos años, Guillermo le preguntaba ¿quién es el que más te jodió? Y ella le respondía con una pregunta: ¿por qué me decís eso? Y Guillermo le respondía: “porque es la verdad”.
Doña Amandita le dijo que no era así que “a todos parejo”. Doña Amandita llevaba para todos, no había nadie especial en sus hijos. “Si había un par de zapatos había para todos”, expresó Guillermo.
Fundadora de cooperativa de transporte
Doña Amandita Oviedo fue fundadora de una cooperativa de transporte, en la que estaba el Papa Heberto Portobanco Guillén, otros transportistas y hasta los ayudantes de buses.
Guillermo recuerda que uno de los ayudantes que se hicieron miembros de la cooperativa fundada por doña Amandita fue “el pelón Octavio Guerrero (qepd), que llegó a ser un empresario del transporte”.
Según Guillermo, doña Amandita “tenía la última palabra en el transporte”. Según “Pancho”, la profesora Marcelina Rivera “también estuvo con doña Ricarda Barberena. Después, al final de la escuela de doña Ricarda, Doña Marcelina pasó a las Naciones Unidas, una escuela del Estado”.
Luego doña Marcelina saltó a la Escuela “El Carmen”, en “La Loquera”, donde se granjeó fama de ser una maestra muy estricta, muy ajustada a principios morales y éticos, que le ayudaron formar grandes profesionales.
Doña Amandita, igual que otras maestras muy legendarias de Granada, como doña Marcelina Rivera y doña Ricarda Barberena, fueron maestras empíricas.
Sobre su tía Camila Oviedo, quien es fundadora del Colegio Francés, nos dijo que fue a Francia y la Segunda Guerra Mundial “le agarra en Francia. Es la primera nicaragüense que va a prepararse en la congregación francesa. Ella y madre Conrado, de Jinotepe”.
Después de la Segunda Guerra Mundial, madre Camila Oviedo viene fundar el Colegio Francés, a traer la enseñanza de los franceses. Nos nombró a una ex alumna del Francés, Alma Brenes Montenegro de Marenco, quien vive en Masaya.
Alma recordó que después del terremoto de 1972, la profesora Oviedo “era la supervisora. Yo era buena al chicle y ella me llamaba la atención, porque siempre estaba mascando chicle”.
Recuerda que no sabía dónde vivía la profesora Oviedo, cuando la volvió a ver fue por orientación que le dio de la casa, su hijo “Pancho” y “entonces yo venía mascando chicle y me dijo: no has perdido la costumbre”.
Alma considera que la profesora Oviedo “era una personas súper bellísima y querida por todos”.
Tremenda cosecha de la profesora Amandita Oviedo de Sánchez: generaciones de granadinos bien formados y 11 hijos hechos hombres y mujeres de bien
El doctor Enrique Sánchez Oviedo, actual magistrado en la Región Atlántica Norte, habló con LA VERDAD, sobre las calidades de madre y maestra ejemplar de la profesora Amandita Oviedo, su progenitora.
Dijo que “todo el mundo sabe los enormes sacrificios que ella hizo para que nosotros pudiéramos ser profesionales. Ella salía muy temprano, desde las seis de la mañana, hasta las seis de la tarde dando clases, tanto en el Colegio Francés como en otras escuelas particulares, para poder ella, un poquito, paliar las necesidades de 11 hijos, todos pequeños, en ese tiempo”.
Consideró que privó en la actitud, en la moral de la profesora Amandita, que “el aprender, el saber, era el que nos iba a dar un mejor mañana. Nunca se equivocó. Ella con su disciplina, con esa terquedad de que, después de que venía cansada, a las seis de la tarde, se ponía con cada uno de nosotros a enseñar las tareas, guiarnos y regañarnos y a pegarnos cuando no las hacíamos”.
Recuerda que “por años, ella se mantuvo firme, ante la pobreza que teníamos, firme ante las vicisitudes. Saber que era sola, era mínima la ayuda de nuestro padre y, sin embargo, salió adelante, Dios le dio muchas fuerzas…”.
Según Sánchez, la profesora Oviedo, a sus 90 años, “lo menos que sentimos como hijos, es agradecerle a ella esa tenacidad con la que nos formó y el ejemplo como ciudadanos, personas de bien. Siempre nos inculcó el amor al prójimo, respeto hacia los demás, la solidaridad…”.
Recuerda que su progenitora “no podía ver una persona vecina que falleciera porque ella y otra señora, doña Ángela Parodi, madre de Philip Parodi, ellas se levantaban e iban de casa en casa a pedir para la vela, y eso nos marcó. Teníamos que ser solidarios con el barrio, con los amigos…”.
Viendo las cosas “al final, ya como hombres, esos valores que nos inculcaron, son los que mantenemos ahorita, que nos hacen estos. Mira cuantas amistades tenemos presentes aquí hoy (jueves 4 de septiembre 2014) que nos están dando las condolencias”.
Los hermanos Sánchez Oviedo son: María del Rosario, fuera del país; Claudia, Bayardo, Lucía, Carmen, Amanda, Guillermo, Alvaro, Enrique y Ruth. Todos estos hermanos fueron educados por la profesora Oviedo, haciendo de ellos lo que son ahora: hombres y mujeres de bien. Todos profesionales.
Doña Amandita fue bastante dura “hasta para morir, porque se resistía, a una neumonía, pero las fuerzas se le vinieron venciendo. Además, tarde o temprano, es el ciclo de la vida: nacemos y con el tiempo nos vamos”, relató Enrique.
Las horas fúnebres de doña Amandita, incluyeron misa de cuerpo presente, a las tres de la tarde, en la Iglesia de Xalteva, el viernes 5 de septiembre (2014), con nutrida concurrencia de familiares y amigos de la familia, sobre todo ex alumnos de la insigne maestra. Todos la acompañamos hasta su última morada, en el cementerio de la Gran Sultana.