Granada, Nicaragua
Sábado 11 Enero 2014
Augusto Cermeño
En la vida, nunca se sabe, cuando uno de nosotros puede caer en manos de médicos inescrupulosos, sádicos, que muy poco aprecio tiene por la vida humana, desconocen totalmente el principio hipocrático de servicio a la humanidad y hacen de la medicina un negocio lucrativo.
El jueves 9 de enero 2014 estuvimos en la vela de doña Julieta del Carmen Mairena Pérez, progenitora de líder sindical Oscar Moreira Mairena y la promotora comunitaria Nardy Gómez Mairena, quienes nos narraron detalladamente pormenores sobre todo el proceso que se le siguió a un dolor abdominal que sufría doña Julieta.
La verdad, todo el proceso está lleno de vicios médicos, que al final de esta carrera dolorosa por la vida, fueron descubiertos por médicos que tienen una real vocación médica hipocrática y que laboran en el Hospital Amistad Japón Nicaragua.
Es importante destacar que las atenciones y mal proceder, se dieron por parte de médicos privados que llevaron a doña Julieta a una clínica de Masaya, denominada “Clínica Santa Gema”, donde se especializaban en pasar sendas facturas que llegaron a acumular una cuenta de 100 mil córdobas, por apenas unos días de permanencia de la paciente.
Nardy Gómez Mairena nos manifestó que ellos estaban muy preocupados por la salud de su madre, una mujer que todos en casa consideran “una mujer fuerte, un roble” y que jamás pensaron que el médico en el que depositaron toda su confianza, fuera relámete un comerciante de la medicina.
Doña Julieta fue internada en la Clínica Santa Gema, de Masaya, el 29 de septiembre 2013, con un fuerte dolor abdominal. Aquí comenzó el calvario de doña Julieta. Le operaron de una colostomía y al ser dada de alta, le dieron 90 días para reponerse.
A los dos meses, doña Julieta entre en crisis, se deshidrata, experimenta una ligera recuperación, pero realmente esto fue algo breve, una mujer acostumbrada a la acción, muy trabajadora y hacendosa, se ve atacada por la depresión.
Vio como algo muy chocante para ella esa situación de postración y se deprime. Después de los corre y corre, buscando los recursos para seguir las recomendaciones médicas iniciales, la familia, los hijos de doña Julieta, totalmente afligidos, preocupados por el estado de su progenitora, acceden al SOS planteado por el médico que les decía insistentemente “es ahora o nunca”. Se insistía en otra operación, que al final se le hizo el 14 de diciembre 2013. Igual que la anterior, fue en la clínica privada Santa Gema, de Masaya.
La paciente fue dada de alta el 15 de diciembre 2013. Doña Julieta no experimenta mejoría y más bien convulsiona varias veces y el médico recomienda “un lavado quirúrgico” porque doña Julieta estaba con la creatinina alta y experimentaba fuga de heces por la herida, la que el médico consideraba era “grasa licuada” y otras tonterías que dejaban ver que el médico solo estaba tanteando y no procediendo conforme manda la ciencia médica.
Finalmente fue llevada al Hospital Amistad Japón Nicaragua, donde fue operada el 6 de enero 2014, a donde la paciente llegó ya sin habla y solo se comunicaba por las señas que le pedía el doctor para decir sí o no.
Dopa Julieta es intervenida a las 8:30 de la mañana del 6 de enero 2014 y sale del quirófano a las 12:40 de la tarde, según nos manifestó Oscar Moreira. El doctor Ruiz, al valorar todo el proceso médico que le hicieron a doña Julieta, dijo: “que desastre hicieron todos esos médicos”, comentó Nardy.
La paciente pasó a la Unidad de Cuidados Intensivos, “con pronóstico reservado. Le dieron 72 horas para recuperarse”, pero 48 horas después vino la fatalidad, según nos explicó Nardy, con lagrimas en los ojos y voz quebrada.
Doña Julieta falleció a las 3 de la mañana del 9 de enero 2014. Antes de este terrible desenlace, la paciente dejo caer a sus hijos una frase lapidaria, dirigida a los médicos comerciantes: “se cagaron en mi”.
La vela de doña Julieta fue el jueves 9 de enero y el viernes 10 a las 3 de la tarde misa de cuerpo presente en la Iglesia de la Merced y posteriormente los restos mortales de doña Julieta fueron depositados en la morada final, en el cementerio de Granada.